El café es una de las bebidas más adictivas que existen en la actualidad. Y esto se debe a que contiene una gran dosis de cafeína que hace que el cuerpo quiera más y más de esta bebida, ya sea en formato caliente o frío. Solo hay que dar un paseo por las zonas más concurridas de cualquier ciudad para ver que la mayoría de las personas están tomando un café. Pero ¿por qué es tan adictivo el café? ¿Qué tiene para que siempre queremos más?

El café contiene una elevada cantidad de cafeína, y es esto precisamente lo que ocasiona que sea tan adictiva. La cafeína, en una dosis pequeña, funciona como mecanismo de defensa y supervivencia, ya que aumenta el estado de concentración y de alerta, pero en altas dosis funciona como gratificante, es decir, que estimula el sistema nervioso y puede provocar ansiedad, agitación, etc.

¿Por qué se considera el café una droga?

Como ya hemos comentado, el café contiene cafeína, que es un estimulante para el sistema nervioso central, lo que hace que sea una droga psicoactiva al tener cierta influencia sobre el funcionamiento del cerebro. La cafeína provoca inhibición del sueño y hace que nos mantengamos en un estado de alerta y de mayor energía. En algunos casos incluso de felicidad.

Estar en ese estado de felicidad, alegría y mayor energía hace que el cuerpo termine necesitando el café a diario para sentir esas sensaciones nuevamente y, por tanto, podamos llegar a convertirnos en un adicto al café.

Hay que tener en cuenta que el cuerpo necesita una gran cantidad de energía para funcionar durante todo el día y, para ello, el organismo debe romper las moléculas de la energía (ATP). El proceso de romper estas moléculas consigue que se liberen adenosina, una molécula que encaja en los receptores A1, A2, A2B y A3. Esto induce al cuerpo al descanso para poder recuperar esa energía que se ha usado anteriormente.

Al tomar cafeína, las neuronas consiguen generar más receptores que son capaces de atrapar la adenosina, por lo que el organismo no te pedirá descansar para recuperar esa energía, a pesar de ser necesario. Eso sí, tu cuerpo te pedirá cada vez más cafeína, lo que hará que puedas desarrollar una adicción a ella y por lo tanto a los productos ricos en cafeína como, por ejemplo, el café.

¿Dónde encontramos la cafeína?

¿Es el café la única bebida en la que encontramos una dosis alta de cafeína? Lo cierto es que no. Existen otras bebidas y alimentos altos en cafeína. El té, por ejemplo, es otra de las bebidas calientes que tienen un alto porcentaje de cafeína (en este caso su nombre es teína, pero causa el mismo efecto).

El chocolate, por ejemplo, es otro alimento que contiene cafeína si se consume en grandes dosis, de ahí que muchas personas sean adictas al chocolate. Algunas bebidas gaseosas, como las bebidas energéticas o los refrescos de Coca Cola, también tienen entre sus ingredientes la cafeína, lo que produce una gran adicción a esta sustancia a nivel mundial.

Pero la cafeína no solo se consume en bebidas o alimentos. También existen cápsulas de cafeína, como suplementos, para aquellas personas que la necesiten en el día a día.