Son muchos los hábitos que seguimos como rutina en nuestro día a día. Sin embargo, probablemente nunca nos hayamos parado a pensar que algunos de ellos tienen un impacto negativo sobre el medio ambiente.

En esta sección, “Ciudadanos Eco”, nos gusta aportar nuestro pequeño granito de arena en la conservación del planeta. Por ello, en el presente artículo nos centraremos en señalar algunas de las cosas que solemos hacer cotidianamente y que contaminan más de lo que pensábamos. Un poco de voluntad y pequeños cambios en nuestra rutina, puede suponer una gran contribución en el cuidado de nuestro medio ambiente.

Hábitos que dañan el medio ambiente

1-      Grifos abiertos innecesariamente cuando nos lavamos

En el colegio ya nos hablaban de la importancia de ducharse en vez de bañarse para no desperdiciar agua. Es un gesto que ahorra agua siempre y cuando nos duchemos el tiempo preciso y sin dejar el grifo correr innecesariamente largos periodos de tiempo. Un buen hábito es cerrar el grifo mientras nos enjabonamos.

Lo mismo ocurre cuando nos lavamos los dientes. El desperdicio de agua es enorme si mientras nos lavamos los dientes dejamos el grifo abierto. Abre solo el grifo cuando vayas a enjuagarte o utiliza un vaso lleno con agua para enjuagarte cuando termines.

2-      Agua embotellada

Si utilizas agua embotellada para uso diario, te animamos a que sustituyas este hábito por botellas de vidrio o reutilizables. Las botellas de plástico pueden reciclarse, pero muchas de ellas terminan siendo tiradas en el contenedor o lugar equivocado. El plástico es un material que puede tardar hasta 1000 años en descomponerse, y a menudo suele terminar en nuestros fondos marinos y hábitat natural. En relación a este tema tenemos el artículo “6 gestos para reducir el uso del plástico en tu día a día”.

3-      Tirar toallitas de bebé por el inodoro

A diferencia del papel higiénico, las toallitas de bebé no se desintegran, por lo que terminan generando atascos en las tuberías, contaminando el medio ambiente y complicando la depuración de las aguas. Lo correcto es tirarlas al contenedor de la basura.

4-      Tirar las pilas a la basura

Al igual que el plástico, las pilas pueden tardar hasta casi 1000 años en degradarse. Pero no solo eso, una pila puede llegar a contaminar hasta 3000 litros de agua debido al mercurio que contiene. Por lo que siempre hay que llevarlas a contenedores específicos para ellas o al punto limpio. También puedes optar por utilizar pilas recargables en vez de desechables.

5-      Colillas en la playa

Es uno de los residuos más habituales que se encuentran en nuestras playas. Pueden tardar hasta 10 años en descomponerse por lo que al final terminan en nuestros fondos marinos además de desprender metales contaminantes. No cuesta nada tirarlas al contenedor. Seamos responsables.

Como veis, contribuir al cuidado del medio ambiente está en nuestras manos. Con pequeños gestos podremos conseguir grandes cambios. Y vosotros ¿qué hacéis en vuestra rutina diaria para cuidar el planeta?