5 BOSQUES DE CATALUÑA PARA CONOCER EN FAMILIA

5 BOSQUES DE CATALUÑA PARA CONOCER EN FAMILIA

Si los únicos árboles que has visto en los últimos meses han sido los de delante de tu casa o los del parque donde sacas al perro, has llegado al blog correcto. Me apostaría una buena cena a que tu alma nómada ruega que la lleves a sacar la cabeza por un bosque con mayúsculas para rodearte del olor a pino, pisar hojas de colores y sacar fotos bien chulas de tu mochila nueva, siempre de espaldas, eso sí.

Hoy os traigo una selección personal de los mejores bosques de Cataluña para visitar este verano. Un viaje para los sentidos que hará que vayas corriendo a comprarte unas buenas botas de montaña y unos palos hoy mismo. Ponte en modo verde, coge el repelente y acompáñame a conocer 5 de los bosques más singulares del territorio catalán.

1- La Fageda d’en Jordà (Girona)

Claro, ¡no podíamos empezar la entrada con ningún otro! Este hayedo es único en la península por su naturaleza volcánica. Y es que ha crecido sobre la lava seca de los numerosos volcanes que lo rodean. La combinación entre piedra porosa y hayas es perfecta para la formación de un paisaje enigmático y cautivador que te encantará.

En verano la humedad del suelo y los tonos verdosos y ocres llamarán la atención de pequeños y mayores. Pero volved en otoño, justo cuando la hoja cambie de color pero antes de que caiga, y cuando no haga demasiado calor para subir andando al cráter de Santa Margarida. ¡No todo el mundo puede decir que ha escalado un volcán!

Bosques de Cataluña - La Fageda d’en Jordà
La Fageda d’en Jordà

2- El Bosc de la Marquesa (Tarragona)

Aquí un servidor barre para dentro y os presenta un bosque que, en sí mismo, hará las delicias de los nómadas que no pueden decidir si son más de mar o de montaña; ¡en Tarragona tenemos de todo! El Bosque de la Marquesa fue cedido por la marquesa Caridad Barraqué de Borrás. En los 60 y en plena especulación urbanística rechazó venderlo para edificar y favoreció así su conservación.

Un bosque mágico de arena, pinos doblados por el viento y vistas ininterrumpidas al mar turquesa que es el Mediterráneo en verano. Podéis pasar allí todo el día, dándoos unos chapuzones en alguna de sus pequeñas calas y haciendo parada obligada, eso sí, en la Cala Fonda (o Waikiki): una playita encajada en altas paredes de roca amarilla a la que sólo se puede acceder por mar o andando por el Bosc de la Marquesa.

3- Parque Nacional de Aigüestortes (Lleida)

Aunque el Parque Nacional de Aigüestortes es muy grande, os hablaré de una zona concreta, la del lago de l’Estany de Sant Maurici. Una vez en el parking, cogemos un camino por entre un bosque de alta montaña que se presenta denso y misterioso. Es ahí donde encontraremos uno de los lugares más bonitos del bosque pirenaico catalán: una preciosa pasarela de madera nos ayudará poco a poco a ganar altura entre grandes pinos haciendo eses hasta llegar a una pradera alpina llena de flores de colores y con vistas inigualables a los ‘Encantats’, los picos más icónicos del parque.

Cuenta la leyenda que dos chicos se rieron de unos feligreses que peregrinaban a la Ermita de Sant Maurici, enmedio de este bosque que os describo, y parece ser que fueron hechizados por reírse de ellos y convertidos en piedra para siempre, ‘los hechizados’.

Bosques de Cataluña - Parque Nacional de Aigüestortes
l’Estany de Sant Maurici

4- La Baga d’en Cuc (Barcelona)

En el corazón del Parque Natural del Montseny, en una de las zonas más agrestes del macizo, encontramos un bosque peculiar para los que no quieran alejarse mucho de la ciudad condal. La Baga d’en Cuc es un bosque de encinas y castaños les encantará a los más pequeños por sus riachuelos, fuentes naturales y algún que otro puente de madera.

La estrella del bosque es, sin embargo, el Castaño de Can Cuc; un árbol centenario que con sus 12 metros de perímetro es el árbol más grueso de Cataluña. Tanto como para que un granjero de la zona viviera dentro de él durante un tiempo… ¡imaginaos cómo de grande es!

5- Bosques de Poblet (Tarragona)

Si preferís algo intermedio entre la alta montaña y el litoral, tenéis entre las provincias de Lleida y Tarragona el Bosque de Poblet. Es un bosque que, más que lucir colores y sombras (que también), es muy interesante a nivel eco histórico: a los pies de la falda norte descansan los Reyes y Reinas de la Corona de Aragón. En el Real Monasterio de Poblet, y justo en su parking gratis podemos dejar el coche y empezar a andar montaña arriba hasta el Mirador de la Pena -970m- desde donde nos quedaremos con la boca abierta al admirar la llanura del interior catalán y, en días claros, hasta los Pirineos.

Si os dejáis perder entre sus robledos podéis encontrar un gran pozo de hielo del siglo XIX o un antigua carbonera. Construcciones que parecen sacadas de un libro de Edgar Allan Poe; pero sabréis que habéis tenido suerte de verdad si en sus suelos húmedos encontráis un buen níscalo o si veis alguna musaraña!

Como veis la vegetación del territorio catalán da para mucho. Y aunque he compartido contigo 5 de mis bosques favoritos de Cataluña, estoy seguro de que hay muchos más también increíbles. ¿Habías visitado antes estos bosques? ¿Me ayudas a encontrar algún otro bosque especial de Cataluña?