CÓMO AHORRAR ESPACIO EN TU EQUIPAJE

CÓMO AHORRAR ESPACIO EN TU EQUIPAJE

Un conocido problema que afecta a los nómadas como nosotros es el de ‘la maleta menguante’. Sí amigos y amigas, es un curioso fenómeno por el cual, a cada nuevo viaje, nuestra maleta se hace más pequeña. Ya no caben tantas cosas como recordábamos. Aunque a decir verdad, la explicación decepcionaría a más de un físico cuántico. Lo que pasa es que quizás no sabemos muy bien cómo hacer la maleta, cómo encajar camisetas, pantalones, geles y otros bártulos en los escasos centímetros cúbicos a los que las reglas del espacio-tiempo nos limitan.

En este artículo no os enseñaremos magia negra ni ningún otro rito pagano para trampear dichas leyes; lo que haremos será aprender algunas técnicas y consejos para que quepa todo en nuestro equipaje… ¡y feliz tetris!

Piensa con antelación qué llevar

Seguramente el primer error que cometemos es llevar cosas de las que podríamos prescindir. Lo mejor es hacer una lista unos días antes, así tenemos tiempo de margen para pensar qué no necesitamos -¡y de qué nos hemos olvidado!-. Dicen que cuando vamos justos de espacio lo mejor es poner todo lo que necesites encima de tu cama; y luego quitar la mitad. ¿De verdad necesitas más de dos pares de zapatos? ¿Vas a poder vestir tantas camisas? Ese secador de pelo pesa mucho… una llamada al alojamiento para ver si ya tienen uno puede ahorrarnos bastante espacio. Planea con tiempo y ya tendrás mucho ganado.

Dobla bien las prendas

cómo ahorrar espacio en tu equipaje - doblar bien prendas

Hay una regla sencilla: prendas suaves, enrolladas; prendas rígidas, plegadas. Pon las que se arruguen menos abajo e intenta colocar arriba las que más vayas a utilizar. Por ejemplo, esa chaqueta fina lo más accesible que puedas. En internet podéis encontrar técnicas muy Marie Kondo para doblar ropa y disponer mejor el espacio: el mantra es no dejar huecos. Para las prendas enrolladas, como rulos, utiliza un ‘strap’ o un simple cordón para que no se desenrollen; también puede ayudar para los zapatos, atados a presión, que lleves en el equipaje.

Divide y vencerás

Unos de mis accesorios favoritos para viajar son los compartimentos o ‘packing cubes’. Se trata de bolsitas de tela de diferentes tamaños donde podemos embutir prendas sin que explote, que también es importante. Los calcetines pueden ir dentro de su compartimento natural: ¡los zapatos! En cuanto a los materiales, olvídate de las bolsas de plástico: no duran, no todas son reciclables y, si viajamos de albergues, no quieres que los otros huéspedes se acuerden de tu familia cuando llegues de madrugada y busques en tus bolsitas de plástico. Existen también bolsas al vacío, que con la aspiradora succionas todo el aire sobrante para así reducir el espacio al mínimo. Exacto, como el jamón del súper.

El tamaño sí importa

En este tema es más verdad que nunca: no siempre por ser más pequeño pesa menos. Pero el tamaño de lo que llevamos determinará cuántas otras cosas van a caber. Las reglas de la física en este planeta no perdonan. Pero un consejo, si eres de los que cuentan cada céntimo, sáltate este párrafo, porque el ultraligerismo es caro y adictivo. Si aún estás aquí, sólo te diré que existen marcas especializadas en producir toallas de microfibra comprimidas en el tamaño de una pelota de golf o tiendas de campaña que no llegan al quilo. Todo ese I+D cuesta dinero y una vez empiezas ya no hay vuelta atrás. ¿Te atreves?

Higiene y neceser

cómo ahorrar espacio en tu equipaje - neceser

El neceser en sí ya es un engorro, pero si lo organizas bien puede sorprenderte cómo de pequeño puede llegar a ser. Lo primero que recomiendo es comprar elementos de viaje tamaño mini: botellitas para gel, pasta de dientes de 20cl o desodorantes para viajes cortos. Lo que sólo vayamos a usar un día o por si acaso; yo te aconsejaría no llevarlo, pero es muy personal. En el peor de los casos, no te preocupes porque siempre encontrarás una tienda en casi cada rincón del mundo. A no ser que te vayas a acampar a las montañas del Cáucaso, claro.

Otros trucos

He aquí unos consejos basados en mi experiencia: algunos jabones en pastilla pueden usarse tanto para el cuerpo como para lavar la ropa; pesan un poco más pero ocupan menos que varios frascos de gel. Lo más voluminoso como las chaquetas puede ir puesto o en la mano. No deberíamos tener problemas en el aeropuerto por eso, así como las chanclas mojadas que puedes colgar de la mochila con mosquetones. Piensa siempre en una doble función de lo que traes, por ejemplo, una de las camisetas puede ser la de pijama antes de vestirla. O los zapatos de senderismo pueden ser también para el día a día del viaje.

Al final puede no ser lo más eficiente del mundo, pero lo importante es que quepa todo. Esperamos que este artículo os haya ahorrado algunos de esos centímetros cúbicos de los que hablábamos al principio y que nos contéis cómo ha sido la experiencia.

¿Conocéis algún otro truco para ahorrar espacio en vuestro equipaje?