5 PLANES PARA HACER EN UN FIN DE SEMANA EN TENERIFE
Se acerca el frío y con él la nostalgia de tiempos mejores, días en los que no había que mirar la previsión del tiempo para saber que mañana haría calor. Qué mejor que caminar un poco por el paseo marítimo después de una buena comida o todo un día en la playa ¿verdad?
Para los amantes del calor, la arena y el sol -pero también para los nómadas aventureros amantes de la naturaleza y de las nuevas experiencias- tengo el plan perfecto para vosotros: pasar unos días de ensueño en Canarias disfrutando de esos planes que luego ves en las redes sociales de tus amigos y que te ponen los dientes largos.
Para sacar lo mejor de la isla, aquí os dejamos algunas ideas para que aprovechéis al máximo esta tierra: los planes que no puedes dejar de hacer si estás en Tenerife.
· Dar la vuelta a la isla en coche
Hoy en día alquilar un vehículo es de lo más fácil y en Tenerife no iba a ser para menos. Las opciones son muchas y los precios más bien bajos, pues la demanda de coches es una de las primeras opciones entre los turistas para moverse. Podéis alquilarlo con antelación o en el mismo aeropuerto, y una vez os hayáis hecho con él… ¡a conducir! La carretera principal de Tenerife sigue toda la línea de costa, siempre con vistas impresionantes del Teide como no podía ser de otra forma, y no tardaréis más de un par de horas en dar la vuelta completa a la isla. En este pequeño roadtrip hay un montón de lugares en los que parar que podréis encontrar en internet, en otros simplemente querréis salir a respirar aire fresco y disfrutar de las vistas (¡no olvidéis hacer fotos!).
· Ver delfines en Los Gigantes
Si hay un lugar en España en el que se puedan ver delfines fácilmente, es en las Islas Canarias. En especial en Tenerife, en la zona de Los Gigantes, podréis reservar vuestra plaza en una de las embarcaciones que hacen la ruta varias veces al día. Allí, casi con toda seguridad, veréis delfines -y puede que pequeñas ballenas– en su propio hábitat y a casi el alcance de la mano, os aseguro que es una experiencia mágica. Mientras tanto, si podéis apartar la vista de estos increíbles animales, veréis unas paredes verticales de más de 600 metros de altura a base de roca negra y vegetación: los Acantilados de Los Gigantes, los más altos de la isla; y el cañón de Masca, del que ya hablamos en el post sobre pueblos colgantes de España.
· Subir a la cumbre del Teide
Aunque pueda parecer extraño, subir a este volcán es totalmente seguro; el Teide lleva inactivo muchos lustros y el hecho de que haya un teleférico hasta -casi- la cima lo demuestra. Para llegar debemos cruzar por carretera el magnífico Parque Nacional del Teide hasta la base del telecabina, desde allí podremos subir con éste o andando -unos 1000m de desnivel-, no apto para pulmones sensibles. En la estación superior basta con mirar a cualquier dirección para gozar de unas vistas únicas de varias islas y del océano: estamos a 3700 metros sobre el nivel del mar. Recuerda que para subir hasta la cumbre es necesario un permiso previo. Si me permitís un consejo, subid con el último viaje del día para así disfrutar de las estrellas una vez que caiga la noche: las Canarias tienen uno de los mejores cielos nocturnos del mundo.
· Hacer senderismo en Anaga
Como ya he dicho, este artículo es también para nómadas aventureros, mayores y pequeños, y qué mejor aventura que adentrarse en un bosque encantado en el que parece que vayan a salir trolls de entre los arbustos. Anaga es la zona más al norte y al estar azotada por los vientos alisios ha creado un ecosistema sin igual: el verde más bonito de la isla está allí. Desde el mirador de Cruz del Carmen empieza una ruta -corta pero ampliable si se desea- llamada ‘El Sendero de los Sentidos’. Es una muy buena opción para descubrir cómo es en realidad un bosque atlántico y para perderse buscando formas curiosas entre las arrugas de los árboles, muchos de ellos centenarios. ¡Y para todos los públicos!
· Tomar unas clases de surf
También he dicho que este era un artículo para los que se atreven con todo tipo de experiencias, ¿y por qué no probar un deporte nuevo? En cualquiera de las principales ciudades costeras del norte, como Puerto de la Cruz y Santa Cruz de Tenerife, encontraremos varias tiendas de surf y a sus lugareños experimentadísimos que estarán contentos de enseñarnos las lecciones básicas de cómo surfear nuestras primeras olas. Si ponerse de pie no es para vosotros, podéis alquilar un par de aletas y una tabla de bodyboard, y si las olas se os quedan pequeñas y lo que buscáis es velocidad, podéis probar kitesurf o windsurf en alguna de las playas del sur, como por ejemplo El Médano.
BONUS: Pasear por Santa Cruz de Tenerife
Para terminar esta escapada nos relajaremos en alguno de los bares de la ciudad principal, Santa Cruz de Tenerife, en cuyas avenidas y paseos gozaremos de una tranquilidad poco típica para una capital. Simplemente pasear por ella ya es un placer, pero si tengo que escoger un lugar en particular para recomendaros, ese es el parque García Sanabria, que más que un parque es un jardín botánico a los ojos de un ‘godo’ como yo. Allí pasearéis entre árboles exóticos tan bonitos y grandes que no querréis iros en un buen rato. Antes de coger el avión de vuelta no olvidéis pedir unas ‘papas arrugadas con mojo’ o ‘ropa vieja’, ¡más que nada para poder decir a vuestras abuelas que habéis estado en Tenerife!
Y tú, ¿conoces algún otro plan imprescindible para hacer en Tenerife? ¡Cuéntanoslo!
Nómada incansable, amante de las mochilas de más de 40 litros. Geek de la geopolítica, las relaciones humanas y otros territorios en conflicto. Apasionado cuentacuentos, razón aquí.