LAS 7 FRONTERAS MÁS CURIOSAS DE ESPAÑA
Bienvenidos otra vez a nuestro pequeño rincón de sabiduría: ¡hoy toca examen!
Espero que además de curios@s y viajer@s, los nómadas que seguís este blog seáis también ilustrad@s en geografía, ¡por lo menos de España! Primera pregunta: ¿Cuántos países comparten frontera con España? Fácil, ¿no? Exacto, la respuesta es cinco. ¡Muy bien!
Las fronteras son algo curioso, cuando menos. En realidad no son más que líneas invisibles que separan dos países dibujadas por gente con traje en una oficina, pero algunas de ellas son un poco más que eso, y requieren una cierta lógica más allá de la simple división territorial. ¡Veamos algunas de ellas!
El Pertús
Esta frontera es de hecho una de las más peculiares del mundo, ya que es una de las pocas que divide dos países… ¡por en medio de la carretera! Como lo oyes, la línea que separa los carriles de la calle principal también lo hace con Francia y España, así que los lugareños no tienen más que cruzar la calle para comprar una buena baguette o tabaco más barato. La parte derecha pertenece al municipio de La Jonquera, en Girona, mientras que la izquierda al departamento francés de los Pirineos Orientales. La próxima vez que pases por allí, ¡escoge visitar este pueblo en vez de ir por autopista!
La Línea de la Concepción
Sin duda la frontera entre Gibraltar y La Línea es una de las más espectaculares, pues la pista de aterrizaje del aeropuerto es casi la frontera en sí. Si habéis tenido la suerte de visitar el Peñón y la ciudad de Gibraltar (o la mala suerte de tener que ir y venir cada día), sabréis que la frontera se cierra cuando un avión está despegando o aterrizando, y aunque no pasa muy a menudo, implica que ambas ciudades vecinas queden bloqueadas con docenas de vehículos esperando para cruzar. Como amante de las micronaciones y territorios curiosos que soy, os diré que el sólo hecho de visitar Gibraltar ya es interesante de por sí. ¡Y cuidado con los monos!
La Isla de los Faisanes
Francia vuelve a ser protagonista con esta frontera tan peculiar y cambiante. En el punto donde se juntan Irún y Hendaya encontramos esta pequeña isla en mitad del río Bidasoa. Según la época del año en que la observemos, estaremos mirando a un país u al otro, pues de febrero a julio es territorio español y de agosto a enero, francés. Este sindiós tiene su origen en el Tratado de Bayona y las disputas entre pescadores galos y españoles, llegando a la solución, al fin, de cambiar la isla de manos cada medio año.
Llívia
En los Pirineos catalanes se encuentra Puigcerdà, uno de mis enclaves favoritos: altas montañas, interminables prados, aguas termales y buena comida. Si cruzamos el puente que sale de la localidad por el norte llegaremos a Bourg Madame (parte de Francia, obviamente con ese nombre) pero lo curioso es que si seguimos conduciendo por la misma carretera… ¡volveremos a entrar en España! Eso se debe a que a unos 10 km en territorio francés se encuentra el pueblo de Llívia, parte en realidad de Girona. Con el Tratado de los Pirineos España devolvió más de 30 pueblos a Francia, pero Llívia se libró por tener título de ‘villa’, denominación concedida por el mismo Carlos I.
El Peñón de Vélez de la Gomera
A ver, alumn@s, si os pregunto cuáles son las islas que tiene España cerca de Marruecos, ¿qué me diríais? Las Canarias, ¡claro! Pero no son las únicas. Dejando de lado Ceuta y Melilla -que no dejan de ser interesantes- nos fijaremos en las Islas Chafarinas, Alhucemas, Alborán, Tierra, Mar, La Isla de las Nubes y el conocido Perejil; más de las que pensabas, ¿no?. Pero en esta lista también encontramos el Peñón de Vélez de la Gomera, que fue isla hasta que un terremoto la unió a territorio marroquí en 1931, siendo esta unión el segmento fronterizo más corto del mundo: una delgada playa de 85 metros de ancho.
La montaña de Tor
En uno de mis viajes por Cataluña quise visitar Tor, uno de los pueblos más remotos y minúsculos del Pirineo catalán. Nos costó llegar entre barrizales y caminos de cabras con mi pobre turismo, pero la recompensa fue grande, habíamos llegado al que durante mucho tiempo había sido razón de disputa entre Andorra y España y por el cual se había derramado sangre: en los 90 hubo tres asesinatos sobre los que se han escrito muchas páginas y del que aún hoy día no existe culpable. Tor está en el que era territorio de contrabandistas, a tiro de piedra de Andorra. Al parecer una de las familias quería construir una estación de esquí que conectara con la andorrana Pal, y a otra de las familias ya le venía bien el contrabando, por lo cuál hubo airadas discusiones durante décadas. Hoy día ha vuelto a los telediarios por un error cartográfico: las líneas fronterizas españolas y andorranas se solapan en unos 500m2, donde Andorra ya ha construido un parque de paneles solares…
Puente Internacional de Tui-Valença
Quizá no es la frontera más curiosa, pero seguro que es una de las travesías más bonitas entre dos países. El puente metálico -mal atribuido a Eiffel- que separa Portugal y España desde hace más de 130 años es la mejor forma de cruzar el Miño desde la gallega Tui hasta la portuguesa Valença para comprar, por ejemplo, un poco del buen vinho verde. El enlace admite ser cruzado a pie, en vehículo ligero o en tren. Es una obra de arte de la ingeniería moderna que ha contribuido a revitalizar las relaciones entre las dos naciones, se dice que todo buen gallego lo ha cruzado paseando alguna vez en su vida. El ferrocarril, que discurre por la parte superior, así como los paseos laterales para peatones, nos dan unas vistas del río Miño difíciles de superar.
Nos encantaría que nos explicaras tu experiencia cruzando alguna de estas fronteras, ¡o que nos recomendaras alguna otra frontera curiosa en los comentarios!
Nómada incansable, amante de las mochilas de más de 40 litros. Geek de la geopolítica, las relaciones humanas y otros territorios en conflicto. Apasionado cuentacuentos, razón aquí.