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7 GRANDES BENEFICIOS DE VIAJAR

Es bueno para tu salud

Entendiendo por ésta la fortaleza física pero también -y no menos importante- la mental, viajar te ayuda a mejorar tu estado de salud general. Normalmente viajar es algo placentero, que nos proporciona todo tipo de estímulos que nos hacen felices, pues la felicidad ayuda más de lo que se cree y viajar es la mejor medicina para ello. Viajar también contribuye a estar mentalmente equilibrados para tomar buenas decisiones, ya que tendemos a verlo todo con perspectiva y evitar peligros. En el Camino conocí a unos chicos de un centro de desintoxicación a los que se les había recetado andar, y mucho. Andar es una parte inseparable del viajar, y está científicamente probado que el ejercicio ayuda, no sólo a las articulaciones, sino también a la mente debido a las endorfinas y serotonina que se genera.

Te hace mejor persona

¿Quién no ha escuchado la frase ‘los prejuicios se curan viajando‘? Puede que te atraigan más o menos ciertas culturas, pero viajar te acerca a las pequeñas partículas que forman sus gentes: las personas. Visitar lugares nuevos abre tu mente y te recuerda que todos somos la misma especie, que todos tenemos obligaciones, pasiones y sueños, y que por muchos kilómetros que nos separen no hay un cultura más importante que otra ni una persona mejor que otra, pues en nuestras diferencias es donde reside la riqueza de este mundo. También, y sobre todo viajando sol@, hace que te conozcas mejor, ya que no siempre puedes tener con quién compartir reflexiones más que contigo mism@. Viajar te ayuda entonces a conocer más de ti y a saber sentirte bien, en un entorno diferente, con la persona más importante de tu vida: tú.

Te ayudará a conocer el amor verdadero

Viajar es estar en un estado constante de atención, observando los detalles de tu alrededor y las conexiones entre las personas que nos rodean. En una de estas observaciones, podemos, por qué no, atisbar unos ojos especialmente bonitos, una sonrisa correspondida o una mirada sugerente. Ese, amigos y amigas, puede ser el amor de nuestra vida. Viajar multiplica las oportunidades de todo, sobre todo de conocer a gente interesante de diferentes países y nuevas culturas, que nos dejarán fascinados por lo distintos o exóticos que pueden llegar a ser. Eso pasa más que nunca si viajas sol@: un imán para otr@s viajer@s sin compañía. Viajar con tu pareja es la mejor de las pruebas: pasar todo el día juntos puede hacernos ver si esa persona es, de verdad, la adecuada.

Enriquece tu conocimiento

No se puede entender viajar sin aprender, y es que por el mero hecho de descubrir un lugar nuevo ya hace que, de por sí, aprendamos algo nuevo. Puede ser experimentar una nueva cultura de primera mano, aprender a chapurrear en el idioma local, o simplemente añadir experiencia y cultura general al compendio de sabiduría que seguro ya tienes. Solo por el hecho de aprender a comunicarte con otras gentes, ya sea en su idioma o mediante cualquier otro método, ya ayuda a ampliar tu conocimiento. Viajar te ayudará a ganar al Trivial, a sentirte más sabi@ y a ser la persona más interesante de la cena de Navidad. Nada mal, ¿verdad?

Favorece tu imagen social

Muy relacionado con lo que acabamos de comentar, viajar no sólo te ayuda a ‘saber’ más, sino también a ‘ser percibido’ mejor. Coleccionar experiencias hace que tu caché personal suba, por así decirlo, pues con la experiencia de haber vivido más y en diferentes situaciones adquirirás un valor añadido que antes quizá no tenías, y que puede llegar a ser un gran diferenciador en relación a otra gente. Cada día más en las entrevistas de trabajo se valora la curiosidad y el hambre por aprender y experimentar, y viajar es exactamente eso. Poder aconsejar a otra gente sobre tus viajes o destinos, o impresionarles con tus observaciones es una buena manera de sentirse reconocido y útil y de poder desarrollarte personalmente para mejorar tu ‘status’ ya sea como amigo, compañero de trabajo o ‘experto en el tema’.

Mejora tu desarrollo personal

Así como viajar ayuda a mejorar la percepción que los demás tienen de ti, aún más importante es superarte a ti mism@ para mejorar tu confianza y seguridad. A menudo un viaje no es solo bajarse del avión, tomar cuatro fotos e irte, muchas veces es llevarte al límite, ya sea por estar en un entorno desconocido o inhóspito, por la temperatura y el clima, o por tener que lidiar con problemas o contratiempos día tras día. Salir de tu zona de confort es una decisión importante de por sí que no todo el mundo se atreve a tomar, por las razones que sean. Hacer un esfuerzo e ir a un lugar del cual no conoces casi nada y donde no sabes si podrás comunicarte ya es un desafío, y desde aquí te felicito por cada vez que lo has hecho. Te has superado a ti mism@ sin saberlo. ¡Enhorabuena!

Te enseña lo que realmente necesitas

Sobre todo si viajas con equipaje limitado, como por ejemplo a una excursión a la montaña o una ruta de varios días en tren, hace que no puedas meter en la mochila todo lo que querrías, lo que ya implica una elección. Hace que tengas que poner encima de tu cama todo lo quieras llevarte y luego tengas que escoger lo que realmente importa. Y entendiendo por ‘necesitar’ como lo básico para vivir bien (sin ‘sobrevivir’ ni ‘vivir con lujos’), al final no necesitas más que lo que cabe en un equipaje de mano, y si alguna vez has hecho una maleta me entenderás. ¿No es increíble descubrir que todo lo que necesitas para vivir sin problemas puedes cargarlo a tu espalda? Cuando realmente te das cuenta de que tu vida cabe en 25 kg, todo tu concepto de viajar da un giro de 180 grados.

Viajar es al fin y al cabo ir, vivir, y volver, porque no hay mejor recompensa al esfuerzo de salir de nuestra zona de confort que volver a casa con ojos renovados y la satisfacción de haber vivido algo irrepetible, pues nada y todo habrá cambiado si has aprendido algo nuevo y tu mundo nunca será igual. Como dijo Terry Pratchett: ‘¿Por qué te vas? Para poder volver’.