ISLANDIA EN INVIERNO: ¿MALA IDEA?
Islandia es sin duda uno de los países con más encanto de Europa, pues de sus primos escandinavos es el más diferente al resto. Cuando los vikingos llegaron a esta isla perdida a finales del siglo IX, observaron que era totalmente blanca. El hielo y la nieve cubrían sus valles y fiordos, y por eso la llamaron ‘Snaeland’: tierra de nieve. Más tarde, los anglosajones la llamaron ‘tierra de hielo’.
Este año he decidido visitar este rincón del planeta en invierno, para hacer honor a la magia de Islandia como los vikingos la encontraron: un manto gélido y una blancura que nunca habría podido imaginar. En este artículo voy a contarte algunas cosas que deberías saber antes de ir a Islandia en invierno, para que tú mismo/a decidas si es o no una buena idea.
· Hay mucha, mucha nieve
No es un secreto que en Islandia nieva más que en muchos lugares de Europa, su latitud favorece un clima ártico que observaremos en las pieles mismas de los pequeños y peludos caballos islandeses que pastan sus llanuras. Debo decir, para empezar, que Islandia en invierno no es para todo el mundo. Es completamente normal encontrar carreteras con nieve sin limpiar o aceras resbaladizas como el cristal. En mi opinión, parte de la gracia de ir a Islandia en invierno es eso, el frío. El manto blanco que lo cubre todo. Estar en medio de la nada, con una blancura cegadora a todo tu alrededor, sintiendo el viento en tu cara en este extremo del planeta. Una sensación que te obligará a poner todos tus sentidos para recordar este momento para siempre.
· Marzo y abril son los mejores meses
Aunque son más de primavera que de invierno, en Islandia el calor no llega hasta bien entrado el verano, o ni eso, por lo que a principios de primavera aún tendrás la sensación Narniana que buscas. La nieve puede caer en cualquier momento desde septiembre hasta mayo, así que no te preocupes. Recuerda que Islandia en pleno invierno están a oscuras casi totalmente, así que la época que te recomiendo es genial para disfrutar lo mejor de las dos estaciones: muchas horas de luz solar para visitar la isla, y la noche para…
· Ver auroras boreales
Una de las grandes atracciones de Islandia es ver auroras boreales, ¡ésta sí que está en muchas de las listas de cosas por hacer antes de morir! En esta pequeña guía que he escrito para vosotros, nómadas amantes del círculo polar, explico algunos consejos para tener éxito encontrando la maravilla que son las auroras boreales. Algo bueno de viajar a Islandia en invierno, es que dispondrás bastantes horas de oscuridad para ir a cazar auroras. Y créeme, ¡necesitarás más de un día para encontrarlas!
· Los turistas van en verano
Para el turista ‘standard’ la época para viajar es el verano, pero no para tí, joven explorador/a, que has decidido leer este artículo para darle una oportunidad a la infravalorada Islandia en invierno. Si el invierno es la época más dura para los habitantes de la isla, imagínate para los que no lo son. Alguien me dijo que en invierno en Islandia no se vive, se sobrevive, así que puedes hacerte una idea de las condiciones del lugar. Cuando el día poco a poco se va alargando es cuando los turistas, ávidos de aventuras, empiezan a aparecer como setas, y dejémoslo claro: la mayoría no sale del ‘círculo de oro’ con sus atracciones más populares.
Ese es el gran problema del turismo en Islandia: los puntos de interés son limitados y todo el mundo los conoce, por lo que vayas cuando vayas, habrá gente. En invierno será bastante más agradable ya que no habrá multitudes. Los lugares importantes del sur de Islandia no están especialmente concurridos y pueden visitarse de forma cómoda. ¿Te atreves?
· El clima puede cambiar en cuestión de minutos
Seguro que en tus viajes has oído aquello de que ‘aquí puedes tener las cuatro estaciones en un día’, ¿verdad? Ya sea en Alemania, Noruega o Croacia esta frase ha sido repetida hasta la saciedad. Pues bueno, en Islandia también. He visto llover, granizar, una tormenta de nieve y un sol cegador en menos de una hora. Puedes estar en manga corta para salir a hacer una foto y al rato refugiarte en tu chaqueta más gruesa.
Dos consejos. Uno: no menosprecies al frío, llévate la ropa más caliente que tengas -puede hacer más frío del que crees-, ni la lluvia -siempre ropa impermeable, el paraguas se lo llevó el viento-. Y dos: ignora la previsión del tiempo -puede cambiar en cuestión de minutos- a menos que caiga la tormenta del siglo. Lo que me lleva a hablar de que…
· Conducir sobre nieve y hielo no es un problema
A muchos de los mediterráneos como yo nos horroriza el hecho de encontrar una placa de hielo en la carretera o que empiece a nevar mientras estamos conduciendo. Para los islandeses esto es el pan de cada día, y por eso los vehículos -y aún más los de alquiler- cuentan con ruedas de invierno que se agarran perfectamente al asfalto más traicionero. Si nunca has conducido con este tipo de ruedas, te sorprenderás: los coches en Islandia no se dejan amedrentar por la nieve y alcanzan velocidades que a ti y a mí nos pondrían los pelos de punta. La vida sigue en la isla del hielo y conducir sobre ésta no es sino uno más de los quehaceres islandeses.
Sin embargo, es muy aconsejable disminuir la velocidad si vemos que las condiciones no son las más cómodas o seguras para nosotros. Parar en el arcén puede ser peligroso, no sólo por los coches que pueden no verte, si no también por la cantidad de nieve que puede haberse acumulado. Antes de conducir en Islandia recomiendo descargar la aplicación de movilidad ‘SafeTravel – Iceland’, que nos indica el estado de las carreteras en tiempo real y si alguna de ellas está cerrada.
¿Ya has visitado Islandia en invierno? ¿Qué otros consejos nos darías?
Nómada incansable, amante de las mochilas de más de 40 litros. Geek de la geopolítica, las relaciones humanas y otros territorios en conflicto. Apasionado cuentacuentos, razón aquí.