UN PASEO POR ROMA EN UN DÍA

UN PASEO POR ROMA EN UN DÍA

Esta vez nos vamos de escapada hasta una de las ciudades que hay que visitar, sí o sí, alguna vez en la vida. Roma es uno de esos destinos tan celebrados que nos sorprende cuando alguien nos dice que nunca la ha visitado, y lo creas o no ese era yo hasta hace unos días, “con lo que yo viajo”…

Sea como fuere, con sus más y sus menos esta ciudad ha conseguido robar una parte de mi corazón, pues tarraconense y amante de la cultura romana como soy, Roma no puede sino presentárseme como lo que es: la urbe madre de mi ciudad natal. Sin más florituras: un tour por los lugares de Roma que no puedes dejar sin ver en tu escapada de un día.

· Coliseo y Arco de Constantino

Empezamos nuestra rutilla en la estación de Termini, en el centro de la ciudad. Desde allí andamos casi en línea recta hasta la parada de metro Coliseo o cruzando el parque de Colina del Oppio -quizás visitando las ruinas de la villa del emperador Nerón: Domus Aurea– hasta que veamos las 80 arcadas del magnificente Coliseo de Roma. Este grandioso estadio donde más de 70.000 espectadores pasaban las tardes, se conserva sorprendentemente bien, y es ya una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno.

A su vera se levanta el Arco de Constantino, uno de los tantos arcos de triunfo que se erigieron en los alrededores del Foro y que servía de porticada, obra de arte y demostración de poder y riqueza. Este fue el último monumento que se construyó en la Plaza del Coliseo, y es curioso observar que sólo las cimbras menores del arco muestran episodios de la época de Constantino, ya que el resto se aprovecharon de otros monumentos anteriores en honor a Trajano, Adriano y Marco Aurelio.

· El Foro Romano

Éste es el tesoro más extenso de Roma, y no te engañaré, merece toda una mañana para verlo. Te recomiendo que si dispones del tiempo para ello, te hagas con la entrada y una visita guiada: la experiencia de andar por la avenida principal de la Roma más antigua no tiene par. En caso contrario, recuerda los siguientes consejos para ver el Foro de otra forma y con una vista más general, y gratis.

Para ello tendremos que llegar a él por detrás de los Museos Capitolinos y el Tempio di Giove Capitolino -calle Via Monte Tarpeo-. Gozaremos entonces de un panorama espectacular de, básicamente, todo el Foro Romano. Desde esta posición elevada tendremos en primer plano lo que queda del Templo de Saturno y de la Concordia y el Arco de Septimio Severo, entre otros. Más allá, la plaza del Foro con sus innumerables restos, el Monte Palatino y al fondo el Coliseo. 

· La Columna Trajana

Si has estudiado Historia del Arte como yo ésta te va a sonar. La Columna Trajana se erigió en lo que hoy es la Piazza Venezia en el año 113 para celebrar la victoria contra las tribus de la actual Rumanía. Nunca se derrumbó, como si la mano del emperador Trajano la hubiera mantenido en pie durante casi dos milenios, por ello es uno de los pocos monumentos de Roma que no ha tenido que ser levantado de las ruinas. Es especialmente interesante por su friso helicoidal que gira alrededor de la columna y muestra las principales hazañas del emperador.

· Fontana di Trevi

Cuarenta metros de barroco se nos presentan de golpe y sin previo aviso al entrar en la Piazza di Trevi y toparnos con la majestuosa Fontana di Trevi. Sus esculturas, su piedra amarillenta y el azul de su agua, hacen que el contraste sea bellísimo. Antes de tirar una moneda, sabed que cada año se recogen cerca de un millón de euros, pero que se destinan, por ejemplo, a comedores sociales u otras iniciativas solidarias.

· Panteón de Roma

Seguimos poco a poco hacia el oeste de Roma para visitar uno de los monumentos esenciales de la ciudad. Éste puede recordarnos al Partenón de Atenas por las dieciocho columnas de granito egipcio en las que se levanta. La cúpula interior es exactamente la misma desde el siglo II, y es que se conserva excepcionalmente bien en parte gracias a que fue transformada en iglesia en el siglo VII.

· Piazza Navona

Lo que ahora es una grandísima plaza de forma alargada, fue hace veinte siglos el Estadio de Domiciano, exactamente del mismo modo que la plaza del ayuntamiento de Tarragona coincide con su circo. Un helado no vendría mal sin dejar de admirar las esculturas de la Fontana de los Cuatro Ríos y la Iglesia de S. Agnese in Agone, pues después de esta parada cruzaremos el río para visitar la orilla oeste del Tíber.

· Castillo de Sant’Angelo / Mausoleo de Adriano

La cosa en Roma va de emperadores y su legado, así que cada lugar es, o un homenaje a uno vivo, o donde enterraron a uno muerto. Lo que ahora es el Castillo de Sant’Angelo antaño fue el gran mausoleo que Adriano mandó construir para sí y sus sucesores tras su muerte. Llegaremos a él cruzando el Ponte Sant’Angelo.

· Ciudad del Vaticano

Sobra presentación del Vaticano, sede papal desde el siglo VIII. Además de que alberga la Capilla Sixtina, obra de arte sin parangón, algunos datos curiosos sobre la Santa Sede es que es un estado totalmente soberano y el más pequeño del mundo. Su organización política es una teocracia en forma de monarquía absoluta. Si queréis visitar su interior llevad paraguas -para el sol- ya que la cola para acceder al recinto puede alargarse varias horas.

· Trastevere e Isola Tiberina

Para terminar este duro día bajo el sol italiano, recomiendo volver paseando por la orilla del Tíber hasta el Ponte Garibaldi y la Isola Tiberina, una pequeña y coqueta isla en medio del río. Por allí terminaremos nuestro viaje tomando un refrescante Aperol al mediodía o una buena pizza en alguno de los restaurantes del barrio de Trastèvere al atardecer, sede por excelencia de la gastronomía italiana en Roma.

¡Salute nómadas!