Siendo un nómada curioso como me consta que eres, seguro que has visto u oído hablar de las ‘torres humanas’ que esos locos catalanes construyen al este del Ebro, pues bien, en este artículo voy a explicarte de primerísima mano de qué va esto de los castells: pasión de muchos, sufrimiento de otros y -merece la pena mencionarlo- Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO desde 2010.

Si quieres marcarte un tanto con tu cuñado catalán en la próxima cena familiar, o si simplemente te apetece saber más sobre una tradición tan curiosa y diferente como esta, entonces ponte la camisa, sujétate bien la faixa y acompáñame a descubrir desde dentro el apasionante mundo de los castells: fuerza, equilibrio, valor y seny.

Origen

Los castells no se inventaron una noche de borrachera con unos amigos saliendo del bar, como sin duda podría parecer. Nacieron en realidad hace más de 150 años en la provincia de Tarragona, y derivan directamente de la danza folclórica Ball de Valencians. En esta versión remasterizada se fue añadiendo gente y altura hasta que llegaron a tener muchos más pisos que el original, ese fue el principio de los castells como los conocemos. 

Indumentaria

Si has tenido la suerte de ver alguna vez esta maravilla de la física, habrás notado que la ropa es siempre muy parecida: pantalones blancos, faja -o faixa- negra y camisa (de la que hablaremos más tarde, requiere una sección aparte). El calzado tradicional catalán llamado espardenya es una buena elección, sobre todo para los que suben a pisos superiores ya que es fácil de quitar y poner. El pañuelo fuertemente atado a las muñecas es también popular pero obedece a un propósito práctico: el casteller que tengas detrás empujará tu brazo con el pañuelo como tope.

Camisas

Los colores importan y mucho. Si ves alguna exhibición o diada, verás a mareas de gente del mismo color: pertenecen o simpatizan con el mismo equipo. Este color es uno u otro dependiendo de a qué equipo o colla pertenezcas de entre las más de cien que existen, y eso lo determina normalmente tu lugar de residencia, la tradición familiar o el barrio en el que te criaste. Por ejemplo, mi colla luce el color verde, y es uno de los cuatro equipos de la ciudad de Tarragona: el resto son azul oscuro, morado, y los de la camisa rojiblanca. Para conseguir tu camisa hay que involucrarse en el equipo, ir a los ensayos, y con suerte, en un tiempo podrás estrenar tu camisa en exhibiciones y concursos.

Ensayos

Como en todo deporte, la excelencia se consigue practicando, y en los castells no es para menos. Varios ensayos semanales llevan a perfeccionar la técnica para el día de la actuación ante el público y sobre todo ayuda a fortalecer la confianza entre los que construyen la torre, aunque en los locales de ensayo siempre haya una red de seguridad. 

La participación misma en el equipo es totalmente voluntaria, por lo que siempre se recibirá de buen agrado el día que puedas escaparte para entrenar o cuando te presentes en la plaza con tu camisa para poner tu granito de arena al castell. Porque no importa si tienes diez o sesenta años, todo el mundo tiene algo que aportar al total.

Nomenclatura

Como en el fútbol, no siempre es fácil saber de qué están hablando, por eso esta sección va a ser clave para triunfar con el catalán o catalana que tengas enfrente, pues conocer la nomenclatura de los castells es como tener el C1 en catalán. Si te dicen “espectacular aquel 4 de 10 que hicimos el otro día” te quedarás igual, pero en realidad deberías abrir los ojos como platos. El primer número son los miembros en cada piso de la torre, mientras que el segundo es el número de pisos de gente luchando contra la gravedad, contando a los niños que culminan el castell. Ahora ya sabes qué es un 2 de 7, un 4 de 9 o un 5 de 8.

Otras construcciones

La locura castellera no acaba con escalar uno encima del otro, sino que hay otras combinaciones que harán que pienses que sí, que estos catalanes están definitivamente locos. Como si de una catedral se tratara, cuanta mayor sea la altura mayores serán los contrafuertes: si la base de gente en el suelo es la pinya, para soportar torres extremadamente altas o complicadas existen segundas y terceras pinyes de gente que apoyan la estructura principal, llamadas folre y manilles respectivamente. 

Otras formaciones, como por ejemplo la agulla, incluyen un pilar en el centro de la torre que quedará al descubierto si el desmontaje tiene éxito. Castells levantados por debajo, pilares andando como los de Tarragona o Girona, o columnas dobles y triples, son algunos de los disparates que puedes ver en una actuación castellera normal.

Actuaciones y concursos

Las exhibiciones también tienen un nombre específico, y se les llama diades. Estas exhibiciones forman parte normalmente de invitaciones de colles de otras ciudades, o las fiestas locales. Como ya hemos dicho son exhibiciones y no se compite con nadie más que contigo mismo, pues el objetivo es mejorar la misma actuación del año pasado o culminar aquella torre que se resiste. 

Aun así, la puntuación de torres montadas y desmontadas durante la temporada suma para la clasificación del Concurs de Castells, que se celebra cada dos años en la antigua plaza de toros de la ciudad de Tarragona. Es uno de los eventos más impresionantes del mundo y reúne a medios de todo el globo: miles de participantes de todos los colores, levantando castells inéditos y compitiendo, ahora sí, para llegar a ser el mejor equipo del mundo.