Jerash, la ciudad perdida de Jordania

Jerash, la ciudad perdida de Jordania

Decidas o no quedarte en Amán durante unos días, te aconsejo coger un autobús e ir corriendo hasta Jerash, un yacimiento arqueológico antiquísimo que dejará en evidencia todas las ruinas -y no tan ruinas- que has visto antes. 

La primera de sus menciones nos llega por parte del mismísimo Alejandro Magno, quien según parece fundó la ciudad en el siglo cuarto antes de nuestra era. Pero Jerash no solo pertenece a los anales de la historia por su periodo helenístico, sino que también es famosa por haberse hallado en ella restos humanos de nómadas del neolítico, más o menos de hace unos 10.000 años

El Arco de Adriano

Este arco de triunfo de once metros de altura y tres portales nos recibe nada más entrar al parque arqueológico de Jerash, y quizás es uno de los monumentos más impresionantes del lugar. Cuenta la historiografía que fue erigido para honrar la visita del Emperador Adriano en el siglo II dC y cuenta con curiosidades arquitectónicas como elementos nabateos, los famosos habitantes de Petra. También se dice que tenía hasta 22 metros de altura y tres grandiosas puertas de madera que servirían para ser la entrada a la ciudad de Gerasa.

El Hipódromo

Perfectamente alineado hacia el norte y justo después de cruzar el Arco de Adriano, a nuestra izquierda podremos acceder por las gradas al magnífico hipódromo o circo romano que fue construido en algún momento del siglo III dC. Se encuentra en un sorprendente buen estado de conservación y tan es así que aún se celebran en él carreras de caballos como espectáculo. Como el antiguo circo romano de Tarragona, este tenía una longitud formidable de 245 metros y 50 metros de lado a lado, el tamaño de sus gradas era más que suficiente para albergar a los más de 15.000 asistentes que podían reunirse a la vez.

La Plaza Oval y las calles columnadas

Sin duda la joya de Jerash: una plaza enorme rodeada de docenas de columnas que nos recordará a la plaza de Ciudad del Vaticano en su máximo esplendor. Hacia el norte de esta gran plaza se extiende durante casi un quilómetro el Cardo Maximus, la calle principal de Jerash, y sus dos Decumanus, las calles perpendiculares que la cruzan. En dichos cruces aún quedan en pie grandes arcos cuadrangulares con sus cuatro salidas, llamados tetrapylon

Las calles, con sus pesados adoquines de piedra aún intactos, conservan detalles como las tapas de las alcantarillas (también de piedra) o las aceras. A ambos lados aún se pueden distinguir las ruinas de diferentes edificios esenciales de la ciudad: la plaza del mercado, el Nymphaeum o la puerta monumental de acceso al Templo de Artemisa, entre otros.

El Templo de Zeus

Si salimos de la Plaza Oval en dirección oeste veremos que unas grandes escalinatas se separan del nivel del suelo para subir a lo que parecen las ruinas de otro lugar sagrado. Esta segunda plaza era el temenum o plaza sagrada enfrente del mismo Templo de Zeus, que ha sufrido grandes transformaciones desde su construcción en el siglo II dC, pero que cuenta hoy en día con gran parte de la sala interior y varias columnas que lo rodeaban, de unos 15 metros cada una. 

Los Teatros 

No nos hemos equivocado con el plural. Los romanos, no contentos con tener un gran teatro en la ciudad de Jerash, quisieron construir otro setenta años más tarde. La acústica del Teatro Sur es tal que el hablante puede oírse por todo el teatro (y sus gradas llegan a lo más alto) si se sitúa en el centro de la orquesta y sin alzar la voz. El Teatro Norte se reformó durante el siglo segundo para que cupieran hasta 1600 personas. Te recomiendo que te acerques a este segundo teatro mientras el resto de visitantes está ocupado con las atracciones más al sur: estarás prácticamente solo admirando esta maravilla.

El Templo de Artemisa

Este gran templo está ubicado entre los dos decumanus y es uno de los más espectaculares monumentos de Jerash, ya que conserva también gran número de columnas corintias, el resto se usaron para las iglesias cristianas y bizantinas que se construyeron en las inmediaciones. Con una gran escalinata, será el mejor de los escenarios para unas buenas fotos en Instagram o simplemente para apreciar la belleza y grandiosidad de la arquitectura romana. 

La ciudad perdida de Jerash, como has visto, no tiene nada que envidiar al Monte Palatino de Roma o a Pompeya, pues a Gerasa no le faltan arcos, calles, templos, baños, plazas, teatros o todas las columnas que quieras, que por algo la llaman “la ciudad de las mil columnas”. Visita ya Jordania y su capital Amán para completar tu viaje, ¡y vuelve para contárnoslo!