Nada como viajar, eso ya lo sabemos, pero ¿qué hay de inmortalizar el momento para que el viaje dure aún más? No podemos desmentir que a los nómadas como nosotros nos gusta tomar fotos de nuestros viajes, ya sea para recordar mejor aquel lugar, para coleccionar momentos de cada aventura, para dar algo de envidia, los más pícaros, o simplemente por un tema de coleccionismo involuntario. Sea como fuere, queremos que saques las mejores fotos para que vengas y no solo nos lo cuentes, sino que también nos lo enseñes. A continuación, 8 consejos importantes para tomar las mejores fotografías de viaje en tu siguiente aventura:

1. La investigación previa

Este paso es crucial para descubrir no solo los lugares más icónicos, sino también esos rincones escondidos que ofrecen perspectivas únicas (y sí, ver otras fotos de Insta ayudan). También puedes buscar en la red eventos locales y festividades: da juego. Esta preparación no solo enriquecerá tu experiencia de viaje, sino que también añadirá contexto a tus fotografías, convirtiéndolas en verdaderas narrativas visuales. No te olvides de aprender sobre las normas culturales y las prácticas locales, que te permitirán fotografiar de manera respetuosa y consciente con los lugareños.

2. La magia de la luz natural 

La luz natural es tu mejor aliada para crear imágenes impresionantes. Durante la ‘hora dorada‘, justo después del amanecer o antes del atardecer, el sol lo baña todo con una luz cálida y suave creando condiciones ideales para fotografías emotivas y llenas de color: aprovecha estas horas para capturar paisajes y escenas urbanas con una atmósfera mágica, y evita el mediodía cuando la luz puede ser demasiado dura y crear sombras fuertes. Incluso en días nublados o al atardecer, la luz difusa puede proporcionar una calidad suave y uniforme, ideal para retratos y detalles sutiles. Aprender a trabajar con la luz natural transformará tus fotografías de viaje, dándoles una calidad profesional y un toque artístico.

3. Composición y encuadre

La composición es fundamental en la fotografía de viajes, y dominarla puede transformar una buena foto en una obra de arte. Utiliza la regla de los tercios colocando puntos de interés en las intersecciones o a lo largo de las líneas para crear equilibrio y atraer la mirada del espectador y no temas experimentar con diferentes perspectivas: agáchate, sube a un punto alto o busca ángulos inusuales: esto no solo añade dinamismo a tus imágenes, sino que también te permite contar una historia más rica y variada de tus viajes. Presta atención a los elementos de primer plano para añadir profundidad y utiliza líneas guía naturales para dirigir la vista hacia el sujeto principal.

4. Captura la vida local

Al viajar es fácil centrarse en los impresionantes paisajes y monumentos icónicos, sin embargo, capturar la vida local ofrece una dimensión humana y cultural a tus instantáneas de viaje. Dedica tiempo a observar y entender las actividades cotidianas, las expresiones y las interacciones de las personas: fotografía mercados bulliciosos, calles serenas al amanecer o la rutina diaria en un café local, eso sí, recuerda siempre pedir permiso antes de fotografiar a personas y hazlo de manera respetuosa. Estas imágenes pueden contar historias emotivas y profundas, mostrando la diversidad y riqueza de las culturas que encuentras en tu camino. Al capturar la vida local, no solo estás creando recuerdos visuales, sino también fomentando un profundo aprecio y comprensión por las comunidades y culturas que exploras en tus viajes.

5. El equipo adecuado

Elegir el equipo fotográfico correcto es esencial para cualquier viaje. Evalúa tus necesidades y el tipo de fotografía que planeas realizar: ¿necesitas una DSLR con objetivos intercambiables para flexibilidad y calidad, o mejor una cámara compacta o un smartphone para conveniencia y portabilidad? Considera llevar un buen teleobjetivo para capturar detalles a distancia y no olvides accesorios útiles como un trípode ligero para tomas estables o un filtro polarizador para mejorar los cielos y reducir reflejos. El mejor equipo es aquel que se adapta a tu estilo de viaje y te permite capturar los momentos sin impedir tu disfrute de la experiencia, dependiendo de tu presupuesto.

6. Paciencia

En la fotografía de viajes la paciencia es una virtud. Esperar el momento correcto para capturar una escena puede marcar la diferencia entre una foto ordinaria y una excepcional. Esto puede significar esperar a que la luz sea la justa, a que una calle se despeje de turistas, o que el personaje perfecto pase por delante de tu objetivo. La paciencia también implica tomar el tiempo para observar y comprender tu entorno, lo que a menudo resulta en imágenes más auténticas y significativas. No siempre es necesario capturar cada momento; a veces, disfrutar del entorno y absorber la atmósfera puede inspirarte para tomar mejores fotos. 

7. Explora diversos géneros fotográficos

La fotografía de viajes no se limita a paisajes y retratos. Explora diferentes géneros como la fotografía callejera, arquitectónica, de naturaleza o incluso documental. Cada estilo te brindará nuevas perspectivas y desafíos, probar distintos géneros no solo enriquecerá tu experiencia de viaje, sino que también diversificará tu portafolio y te ayudará a desarrollar habilidades fotográficas versátiles, que nunca se sabe cuándo pueden servirte. Esta variedad puede revelar aspectos del lugar que quizás no habías considerado, ofreciendo una visión más completa de tu destino.

8. Seguridad de tus fotografías

Perder todas las fotografías del viaje puede ser devastador, por ello es vital hacer copias de seguridad regularmente. Lleva tarjetas de memoria adicionales por si falla la que estás usando y transfiere las fotos a un disco duro externo o almacenamiento en la nube cuando sea posible, especialmente si viajas con tu portátil, de hecho, algunos fotógrafos prefieren hacer dos copias de cada imagen, guardando una en un lugar físico y otra online. Considera la posibilidad de organizar tus fotos a medida que viajas, etiquetándolas por ubicación o fecha, lo que facilitará encontrar y compartir tus recuerdos una vez en casa. Proteger tus imágenes debe ser una parte esencial de tu rutina de fotografía de viaje si no quieres volver con una ingrata sorpresa.