Cuando pensamos en Maldivas nos vienen a la cabeza aguas cristalinas, palmeras en la playa, cocos con pajita y fotos que piden a gritos ser colgadas en las redes sociales, además de lujo, hoteles carísimos y modelitos al sol. En mi viaje low cost a las Maldivas (nada de cabañas flotantes ni pasarelas de bambú, lo siento) pude comprobar cómo este pequeño gran archipiélago en el Océano Índico no tiene la fama que se merece. Acompáñame, amigo nómada, a descubrir en este artículo algunas de las curiosidades más interesantes de las Islas Maldivas.

¿Cómo se formaron las Islas Maldivas?

Sí, yo también lo tuve que buscar. La respuesta me sorprendió, ya que pensaba que cada isla podía haber sido un pequeño volcán como en algunas islas de las Canarias o Azores. Si encuentras una foto aérea del archipiélago de las Maldivas verás que muchas de las islas se conectan hasta cerrar un círculo deforme, ese círculo se llama atolón y hay 16 de ellos en Maldivas. 

El centro del atolón es donde en realidad había la caldera del volcán, que al ser de material más volátil acabó derrumbándose sobre sí misma y hundiéndose bajo el agua. No pasó lo mismo con las playas que se habían formado alrededor del volcán, que se quedaron donde estaban por tener una composición diferente: esas playas son las islas que forman cada atolón.

Un alfabeto como nunca has visto

Podría ser normal pensar que en las Islas Maldivas se habla algún dialecto del hindi o del tamil, por estar tan cerca del sur de la India. Maldivas no solo tiene su propio idioma, el Dhivehi, sino también su propio alfabeto. Para los amantes de las lenguas como yo es una delicia toparse con algún grafiti o un cartel electoral local en el alfabeto thaana, que solo se usa para esta lengua y se forma con un conjunto de comas, puntos y círculos. De lo más original.

Recuerda, es un país musulmán

“¿Se puede beber alcohol en las Maldivas?”, “¿Hay que llevar hijab en Maldivas?”, “¿Se puede ir en bikini por las Maldivas?”. Si buscas “Maldivas Islam” en Google verás que la respuesta a estas preguntas es “no”. Eso se debe a que las Islas Maldivas se adhieren religiosa y legalmente al Islam y siguen la ley sharía, conocido por ser más un sistema de derecho criminal que de creencia, aunque muchas de las normas no aluden a turistas no musulmanes. De hecho, la otra cara de Maldivas es la que obliga a los maldivos a profesar únicamente el Islam, por ley desde 2008.

Lo más importante como turista es no llevar una Bíblia y que solo se admite bañarse en bikini en una o dos playas en cada isla. Que sea un país de mayoría musulmana suma riqueza cultural a la experiencia de alojarse en una de sus islas locales, incluso más si te atreves a viajar durante el ramadán como hice yo: comer el iftar junto a los lugareños tras una de las puestas de sol rosa y turquesa de las Maldivas rodeado con el canto del imán, es algo que se queda contigo.

El problema del agua dulce

En un país del cual el 99 % es océano es lógico que conseguir agua potable sea todo un desafío. Al contrario de lo que se pueda pensar, las Maldivas no son un país rico. Esto complica el transporte doméstico de mercancías: no hay tuberías que lleven el agua desde otras islas ni barcos que la traigan. En un país sin ríos ni lagos hay que recurrir por fuerza al agua subterránea, pero sí que casi cada isla tiene una pequeña planta desalinizadora, ya que no pueden depender de fuentes externas. No importan ni la Coca Cola, ya que las Maldivas es el único país del mundo que tiene una planta de esta bebida dedicada exclusivamente para ellos. 

Las Maldivas están desapareciendo

Dato curioso: la altura máxima de las Maldivas es de 2.3 metros sobre el nivel del mar, lo que lo hace uno de los países más llanos del mundo. De hecho el punto más alto es una montaña de basura, y no, no exagero: con solo 88 kilómetros de carreteras, el transporte principal es por mar, y la basura generada por cada isla tiene que quemarse cada noche en la misma. En Malé, la capital, no es distinto: toda la basura de esta y otras islas cercanas se descarga día tras día en una isla artificial creada para quemar la montaña de 15 metros de basura que ya se acumulan, por lo que siempre está en llamas.

Esto no solo es una curiosidad, significa que con el aumento del nivel de los océanos las Maldivas será uno de los primeros países del mundo en desaparecer. Se conocerá como una de las primeras “víctimas climáticas” del planeta. Lo más triste es que Thilafushi, la isla de basura, será el último pedazo de Maldivas en sumergirse bajo las aguas.

Peces loros que construyen islas

Un estudio reciente sacó a la luz que la bella arena blanca de sus playas no es tal, tampoco proviene de los volcanes de los cuales nacieron los atolones. Son, en realidad, heces de pez. No es una broma, el conocido pez loro come organismos que viven entre el coral, pero con su potente pico, trocea e ingiere el mismo coral además de los nutrientes que busca. El coral debe ser defecado y, créeme, si buceando ves alguno, están todo el día haciéndolo.

Se cree que cada pez loro echa entre 200 y 400 gramos de coral triturado cada día lo que, haciendo números, nos da un mínimo de 100 kg de “arena” al año por cada pez. ¿Cuántos peces loro crees que hay en las Maldivas? Los datos son reveladores, los científicos han estimado que el 90 % de la arena de todas las islas del archipiélago están formadas por heces de pez loro. 

Si vas a las Maldivas, recuerda que la belleza tiene su precio, y por muy bonito que sea, estarás andando sobre heces de pez. ¡De nada!