Dónde ver auroras boreales: Islandia, Finlandia y Feroe
¿Has estado ya en Noruega y quieres probar de cazar auroras en algún otro lugar? ¿No te convence ninguna de las opciones de nuestro artículo anterior y quieres más opciones? No te preocupes, de eso tenemos las que quieras: hay otras opciones y lugares para ver auroras boreales igualmente buenos y que merecen unas líneas.
A continuación te proponemos otros lugares donde ver auroras es una realidad, ya que, como explicamos en nuestra guía para ver auroras boreales, estas se encuentran más cómodas entre los paralelos 60 y 75: los siguientes lugares se encuentran todos en esta zona de confort. ¿Guantes y cámara listos?
· Islandia
El destino por excelencia de la nieve y el hielo es un lugar impresionante para ver auroras boreales, pues dispone de tantos hitos geológicos que es raro que la foto salga mal: cascadas, picos blancos, géiseres, volcanes… es realmente difícil de superar. En cuanto a la latitud está en un lugar perfecto, pese a que Islandia no está dentro del Círculo Polar Ártico (sólo una pequeña isla en la costa norte, Grímsey), las afueras de Reykjavik son un lugar adecuado para ver auroras, aunque también podrás verlas desde la ventana del hotel si esa noche son potentes.
Islandia, además, no es un lugar tan frío como se piensa, pues aunque está bastante al norte, se encuentra situado en una posición muy benigna en cuanto a corrientes atlánticas que no deja que las temperaturas bajen mucho hasta pleno invierno. Por eso es buena idea buscar auroras desde finales de agosto o septiembre, o principios de marzo, tiempo
· Rovaniemi
La casa de Santa Claus, aunque muchos lo crean, no está solamente abierta en pleno invierno, cuando los bosques de Finlandia se vuelven blancos y los árboles adoptan formas humanas acumulando nieve y hielo sin que nada los moleste. Rovaniemi, al norte de Finlandia, es un destino turístico conocido entre los amantes del frío y no solo por albergar el “pueblo de Santa Claus” (obviamente es mentira, todo el mundo sabe que Papá Noel viene del Polo Norte), sino también por ser lugar de diversión y actividades bien distintas, todas ellas relacionadas con la nieve.
Excursiones en moto de nieve, paseos en trineos tirados por perros, visita a los renos de Santa Claus y, entre otras atracciones, el avistamiento de auroras boreales. Eso sí, no te adentres solo en el bosque porque es muy fácil desorientarse por falta de referencias, pero al mismo tiempo huye de tours que prometen avistamientos garantizados, ver las luces del norte depende de muchos factores: meteorología, actividad solar, etc. Puedes llegar a Rovaniemi volando a Oulu desde Helsinki.
· Islas Feroe
La cosa se complica y el presupuesto va subiendo, pero no pasa nada, avistar auroras boreales no tiene precio. Islandia, check. Noruega, check. Finlandia, check. Es hora de visitar nuevos lugares, y qué mejor que la Madeira del Atlántico Norte: el archipiélago de las Islas Feroe.
Este grupo de islitas es en realidad parte del Reino de Dinamarca, pero tiene el estatus de nación constituyente y es prácticamente independiente, como Groenlandia. Su posición geográfica es también privilegiada, pues está en el paralelo 61, justo en la mitad de una línea imaginaria que uniera Escocia con Islandia.
Las Islas Feroe tienen básicamente praderas húmedas, acantilados y no tiene bosques naturales, pero su belleza es incomparable: seguro que has visto la foto de un acantilado cortado totalmente en vertical, y una gran cascada cayendo al vacío del mar. Esto es Feroe.
Como hemos dicho, las Feroe están bien situadas por no estar excesivamente al norte, pero eso también implica que las posibilidades de ver auroras son un poco menores. Jugarán a favor tuyo la poca civilización que encontrarás (menos contaminación lumínica) y el vacío de masificación: simplemente, no hay casi turistas. Si eres capaz de combinar la época de auroras boreales (de septiembre/octubre a abril) con un Kp alto y el período de apareamiento de los puffins (hasta septiembre), ya puedes comprar la lotería porque seguro que te va a tocar, con la suerte que tienes.
Con suerte, en otros lugares
Recuerdo la vez que estaba viajando por Estonia y mi anfitriona de couchsurfing vio unas tenues luces violetas bailando sobre el horizonte. A mí me pareció el color de las nubes durante una tormenta distante, iluminadas desde dentro por los rayos, o el reflejo de una ciudad justo debajo, pero ella cogió el teléfono y llamó a un amigo suyo: efectivamente, eran auroras boreales.
Esta pequeña historia quiere transmitir un poco de fe: Viljandi se encuentra cerca de la frontera con Letonia, así que, ¿por qué no poder ver auroras boreales en Estocolmo, Oslo, Helsinki, Escocia o Copenhague?
Avistar auroras son suerte, fe y por supuesto, aplicar los consejos que te damos desde aquí.
¿Listo para la experiencia de tu vida?
Nómada incansable, amante de las mochilas de más de 40 litros. Geek de la geopolítica, las relaciones humanas y otros territorios en conflicto. Apasionado cuentacuentos, razón aquí.