Qué ver en Montenegro: costa
¿Y si te dijera que hay un lugar muy cerca de aquí donde poder disfrutar de las playas más bellas, las montañas más escarpadas y los monumentos más impresionantes en la misma mañana? No, no es España, pero tiene el potencial para competir con ella. Bienvenidos a Montenegro, el retiro de Europa, en el corazón de los Balcanes.
En esta primera entrega hacemos un recorrido por los pueblos y ciudades más bonitas e interesantes de la costa de Montenegro:
Kotor
Kotor, una joya escondida en la costa adriática de Montenegro, es un destino de ensueño para los amantes de la historia y lo antiguo. Esta ciudad medieval, enclavada entre montañas escarpadas y la resplandeciente bahía, deslumbra con su rebuscada arquitectura, callejuelas empedradas y fortalezas antiguas custodiadas por la exuberante colonia de felinos que allí vive, tomando el sol en cualquier repisa.
Pasear por su casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es como viajar en el tiempo. Con su vibrante vida cultural y gastronómica, Kotor promete una experiencia inolvidable para todo viajero que se precie. No olvides subir por la Carretera de la Serpentina hasta los miradores para unas vistas que te quitarán el aliento, ¡pero vigila que no baje ningún autobús al mismo tiempo! En invierno puedes subir con un teleférico que cubre la distancia desde la playa hasta la cima del Lovćen en tan solo 11 minutos.
Perast
Perast es otro encantador pueblo costero en Montenegro, ideal para los nómadas que buscan belleza y tranquilidad. Fue uno de mis pueblos favoritos en mi viaje a Montenegro por su humilde tamaño y su paz. No salimos aún de la Bahía de Kotor, pues este pintoresco pueblecito está muy cerca de Kotor, adornado con elegantes palacios barrocos, iglesias históricas y encantadoras plazas que lo embellecen más si cabe.
La serenidad de sus calles y la espectacular vista de las islas de Nuestra Señora de las Rocas y San Jorge lo convierten en un lugar perfecto para relajarse, comer buen marisco y disfrutar de las montañas que envuelven la bahía. Su rica herencia marítima y la hospitalidad de sus habitantes hacen de Perast una experiencia única y auténtica en el corazón de los Balcanes, aunque tendrás que salir del centro para evitar lo más popular.
Vesto
Las playas en la zona de Vesto en Montenegro son un auténtico parque temático para exploradores como tú. Estas playas ofrecen un entorno idílico para relajarse y disfrutar del paisaje costero. Diminutas calas y cuevas rodeadas de exuberante vegetación, colinas y acantilados, crean un contraste espectacular a caballo entre el marrón, el verde y el turquesa. No es fácil acceder a ellas, pero merece la pena visitar la Cueva Azul, el Sifón o practicar snorkel por alguna de sus calas sin nombre. Ya sea para nadar, tomar el sol o simplemente pasear por la orilla, las playas de Veslo son un destino perfecto para unas vacaciones inolvidables.
Budva
Budva es una de las ciudades más turísticas de Montenegro, pero no dejes que eso te asuste y dale una oportunidad. Se trata de una ciudad costera ni muy pequeña ni muy grande que combina a la perfección historia y modernidad. Conocida por sus playas de arena dorada, su barrio amurallado y aguas cristalinas, es un paraíso para los deseosos de sol, mar y buenas cenas, eso sí, no busques arena finita como la nuestra.
El casco antiguo de Budva es un laberinto de intrincadas callejuelas que ofrece una atmósfera única, muy parecida a Dubrovnik. Está rodeado de murallas medievales y repleto de giros y esquinas, terrazas encantadoras y placitas que dejarán tu cámara sin batería en una mañana. El paseo marítimo de la ciudad es famoso por su animada vida nocturna, con numerosos bares, restaurantes y clubes que garantizan diversión hasta el amanecer. Budva es, sin duda, un destino ideal para aquellos que buscan una mezcla de cultura, ocio y playas, pero tranquilidad, la justa.
Fort Mogren
Siguiendo la carretera desde Budva hacia el norte nos toparemos con una antigua fortaleza abandonada que es el punto por excelencia para ver las magníficas puestas de sol sobre el Adriático y la costa Balcánica. No temas, se puede subir andando o en coche. Aunque parezca sorprendente, este lugar es prácticamente desconocido para los turistas, por lo que solo encontrarás a algunos pequeños grupos de amigos admirando el ocaso con una buena cerveza antes de volver al centro. Un lugar digno de guardar en “marcadores”.
Sveti Stefan
Algo más al sur de Budva, aunque no mucho, se encuentra una diminuta isla que merece una mención en este artículo. Sveti Stefan es una isla formada por un conglomerado de casitas pintorescas y su iglesia del mismo nombre flotando sobre el Mar Adriático, a pocos metros de la costa. Desgraciadamente no se puede acceder a ella por ser privada, pero puedes acercarte ya sea a pie desde una de sus dos playas, o en barco, con alguna de las lanchas que van de Budva a la playa de Hawaii en la isla de Sveti Nikola.
Herceg Novi
Herceg Novi se encuentra junto a la frontera entre Croacia y Montenegro, siendo parte de este último y cual centinela de la espectacular Bahía de Kotor. Es una ciudad que enamora por su rica herencia: fundada en 1382, esta ciudad balnearia ofrece una mezcla única de influencias arquitectónicas y culturales, desde fortalezas medievales hasta elegantes edificios barrocos.
Sus jardines y parques, llenos de plantas exóticas, invitan a relajantes paseos, mientras que la vibrante escena cultural de Herceg Novi se manifiesta en sus festivales de música y cine, que atraen a visitantes de todo el mundo. Con su clima templado y su atmósfera acogedora, Herceg Novi es un destino perfecto para disfrutar de unas vacaciones relajantes y enriquecedoras con toques croatas.
Nómada incansable, amante de las mochilas de más de 40 litros. Geek de la geopolítica, las relaciones humanas y otros territorios en conflicto. Apasionado cuentacuentos, razón aquí.