El Hombre del Saco de viaje por el mundo

El Hombre del Saco de viaje por el mundo

Ah, el famoso Hombre del Saco, ese personaje que ha aterrorizado a generaciones de niños y ha ayudado a padres a asegurar, de manera algo cuestionable, que sus hijos se comporten como deben. Parece que el miedo a figuras misteriosas que acechan en la noche para llevarse a los pequeños es una constante humana a lo largo de la Historia, y es que el Hombre del Saco no está solo en este macabro club, de hecho tiene muchos colegas repartidos por el mundo, cada uno con su toque local de terror. 

Acompáñame a dar la vuelta al mundo tocando a la puerta de los diferentes villanos en otras culturas. Agárrate, porque este viaje por el folclore global está lleno de monstruos, sombras y sustos.

El Coco (España y Latinoamérica)

No podemos hablar del Hombre del Saco sin mencionar a El Coco, el ícono del terror infantil en España y Latinoamérica. Este ser es la máxima expresión del miedo en su versión más minimalista. Mientras el Hombre del Saco al menos tiene un método claro de castigo (te mete en un saco y te lleva a saber dónde), el Coco es más ambiguo y, por lo tanto, más aterrador: nadie sabe muy bien lo que hará contigo, y por eso da más miedo. Según la leyenda, se lleva a los niños desobedientes, pero no está claro dónde los lleva ni qué hace con ellos.

El Coco es tan versátil que incluso tiene una canción para asustar a los más pequeños, una melodía que, en lugar de tranquilizar, te deja con un nudo en el estómago: “Duérmete niño, duérmete ya, que viene el Coco y te llevará”. ¿Qué significa exactamente «te llevará»? ¿A dónde? ¿Al infierno? ¿A las oficinas de la Agencia Tributaria? El miedo a lo desconocido es su arma más eficaz. En algunas versiones, el Coco aparece como una sombra, en otras como una figura monstruosa, pero siempre con la misma misión: castigar la desobediencia con desapariciones misteriosas.

Slender Man (Norteamérica)

Cruzando el charco nos encontramos con una versión más moderna de este arquetipo de villano. Slender Man es conocido por tener la apariencia de un hombre alto, con traje y sin cara. Slender Man se originó en la red por influencia de H.P. Lovecraft y tiene, en sus versiones más macabras, largos tentáculos a modo de brazos.

Este aspecto oscuro de Slender Man no es tan popular hoy en día, donde lo vemos más como un personaje inofensivo (y muy popular en Internet) que solo quiere que duermas bien y no te pierdas tus ocho horas de descanso reparador mirando memes. Y de nuevo, como en otros lugares, si no duermes, te expones a un castigo severo. 

Katallani (Albania)

Viajamos ahora a los Balcanes, donde nos encontramos con los Katallani, de la tradición albanesa que, si bien no llevan un saco, son igual de inquietantes. Estos seres oscuros provienen, según algunos relatos, de una versión folclórica de los antiguos conquistadores almogávares de la entonces Compañía Catalana que en su día hicieron presencia en Albania y la costa Balcánica, como ya os conté en este artículo sobre por qué los catalanes no eran bienvenidos en el Monte Athos hasta hace muy poco. 

En el imaginario popular los “Catalanes” se transformaron en una especie de entidades terroríficas, cazadoras de almas. Los Katallani son gemelos fantasmales que aterrorizan a los niños que se portan mal, llevándoselos al inframundo o a algún resort de la Costa Brava en pleno agosto.

Como buenos gemelos malvados de una historia de terror, estos dos trabajan en equipo: mientras uno distrae a los desprevenidos, el otro se encarga de hacer desaparecer al niño. Así que, en lugar de un saco, tienen una dinámica de trabajo en equipo más siniestra que cualquier pareja de villanos de Disney.

Baba Yaga (Rusia y otros países eslavos)

Ahora nos trasladamos al frío de Rusia y lo que una vez fuera la Europa del Este, donde nos recibe la temida Baba Yaga, una de las figuras más conocidas del folclore eslavo. Baba Yaga es una anciana bruja que vive en una casa que camina sobre patas de pollo (sí, porque el terror necesita ese toque daliniano) y se mueve por el bosque buscando a niños desobedientes. A diferencia de nuestros otros amigos villanos, Baba Yaga no se molesta en capturarlos para secuestrarlos; ella simplemente se los come.

Lo interesante de Baba Yaga es que, a pesar de ser temida, también tiene un lado más complejo. En algunas historias actúa como una figura sabia que puede guiar a los héroes, siempre y cuando superen sus pruebas. Aun así, es mejor no tentar a la suerte con esta abuela de pesadilla, sobre todo si eres un niño al que no le gusta hacer caso. 

Sacamantecas (España)

En algunos lugares de España, el Hombre del Saco tiene diferentes variantes, y una de las más terroríficas es el Sacamantecas. Esta figura deriva de casos escabrosamente reales en los que, a lo largo de la historia, ciertos criminales cometían atrocidades y eran inmortalizados en el folclore. El Sacamantecas se dice que robaba a los niños para extraerles la grasa (de ahí su nombre), un relato que asusta a cualquiera, sin importar la edad.

Namahage (Japón)

En el lejano Japón nos encontramos con una versión más ritualizada del Hombre del Saco: el Namahage. Este demonio del folclore japonés baja de las montañas durante el Año Nuevo, tocando las puertas de las casas para preguntar si hay niños traviesos. Los Namahage son oni (demonios) con máscaras aterradoras y cuchillos enormes, como la de la ilustración de portada de Aya Francisco, que aterrorizan a las familias en busca de niños desobedientes.

Lo interesante de Namahage es que no solo es una historia de terror, sino que también es parte de un ritual anual en algunas regiones de Japón. Los aldeanos se disfrazan de Namahage y participan en este «festival del susto», que aunque puede parecer aterrador, tiene la intención de alejar a los malos espíritus y traer buena fortuna para el año que viene. No obstante, si eres un niño travieso, este festival debe ser tu peor pesadilla.

El Roba Chicos (Latinoamérica)

En países sudamericanos como Argentina y Chile, existe el Roba Chicos, una figura similar que secuestra a niños para venderlos o hacerles daño. Este personaje, como el Coco, tiene una función clara de disciplinar a los niños a través del miedo. Aunque en su esencia es un derivado del Hombre del Saco, la especificidad de «robar» a los niños añade un matiz más realista y escalofriante a la leyenda: el miedo de todos, ya sean niños o madres.

Así que la próxima vez que escuches sobre una criatura mítica que aterroriza a los niños, recuerda: no importa dónde estés en el mundo, el Hombre del Saco (o su equivalente) siempre está a la vuelta de la esquina, esperándote. 

Y si todo esto te resulta demasiado aterrador, bueno, siempre puedes recordar que al menos no todos los personajes folclóricos llevan un saco… algunos prefieren un cuchillo gigante o una casa con patas de pollo.

Y tú, ¿conoces algún otro villano del folklore tradicional que sirva para asustar a los niños?