Cómo elegir el libro perfecto para viajar

Cómo elegir el libro perfecto para viajar

Viajar y leer son dos placeres inseparables: un buen libro puede convertir un retraso en el aeropuerto en una aventura inesperada, hacer que un trayecto en tren parezca una escena de película o transformar una tarde en la playa en un viaje a otro mundo sin moverte de la arena. Pero no todos los libros son aptos para cualquier viaje, pues elegir el título equivocado puede ser tan desastroso como olvidarte tu bikini favorito para un viaje al Caribe: siempre puedes comprar uno nuevo, pero no es lo mismo.

Os lo dice un servidor que se pasa la noche anterior a un gran viaje con cinco o seis libros encima de la mesa, mirándoselos cada vez que pasa por delante, intentando decidir. Si como a mí te lleva más tiempo decidir qué libro llevar, que organizar la mochila, amigo nómada: esta guía es para ti. Aquí te dejo algunos consejos para que tu elección sea tan perfecta como el destino que has elegido.

Considera la duración del viaje

No es lo mismo un fin de semana en una ciudad cercana que un mes recorriendo Asia en tren. Si tu viaje es corto, elige algo ligero y de lectura ágil. Si es largo, lánzate con esa novela extensa que siempre pospones porque “nunca tienes tiempo”. ¿Un vuelo de 10 horas? Dale una oportunidad a ese clásico de 600 páginas que siempre te intimidó y deja las películas del avión para cuando vuelvas. La regla de oro, un lector lento lee unas 20 páginas por hora, uno rápido unas 50-60. Así que, sin prisa, tardarías unas 40 horas en leer un Ken Follet de 800 páginas.

¿Libro o e-book?

El formato importa. Si vas a viajar con mochila y necesitas ahorrar espacio, un lector electrónico puede ser la solución. Si tienes una maleta generosa, un libro físico siempre es un placer. Yo, por ejemplo, siempre llevo un libro de los de verdad: primero porque soy de la vieja escuela y, segundo, porque así me comprometo a leer ese libro y le doy más importancia. Si hablamos de un road trip solitario, los audiolibros pueden ser el copiloto perfecto, porque leer mientras manejas no es una opción.

Ten en cuenta el transporte

Si estamos hablando de un viaje largo que contempla vuelos de 11 horas y no te gusta ver películas chinas porque es todo lo que hay, un libro es el aliado perfecto. Si vas a ir de autoestop por el Cáucaso, leer mientras el camionero armenio te lleva a tu siguiente destino puede no estar muy bien visto. Si te mareas en vehículos a motor o en barcos y son esos los transportes que cogerás en tu viaje, la respuesta es simple. Piensa en qué momentos podrás leer y, si es solo por la noche cuando llegues exhausto de visitar aquí y allá, con un libro de bolsillo de 200 páginas puede valer.

Que el género combine con el destino

¿Eres de los que no pueden leer las temporadas de invierno de Juego de Tronos en la playa de Fuerteventura? El libro correcto puede mejorar la inmersión en el viaje. Si vas a Japón, un buen Murakami o Bullet Train pueden ser buena compañía. ¿Visitas la Toscana? Un libro sobre la dolce vita italiana puede hacer que hasta una pizza al paso sepa más auténtica. Y si tu destino es la playa, mejor evitar los dramas densos y la nieve como en Simple Plan y optar por algo más ligero y soleado.

Evalúa tu estado de ánimo

Viajar es un torbellino emocional, lo sabemos, por eso puede ser la excusa perfecta para leer algo inspirador o una forma de ahogar el estrés en una historia adictiva sin tener que pensar en dónde dormirás mañana o si el viaje irá sobre ruedas. Si necesitas desconectar, una novela de misterio te mantendrá entretenido, pero no vayas a leer Lovecraft si vas a hacer espeleología, no sé si me entiendes. Si te sientes existencial, un ensayo filosófico puede encajar, aunque arriesgada opción si estás delicado. Lo importante es que el libro complemente tu humor, no que lo arruine.

Libros a evitar en tu viaje

Aunque la elección es personal, hay ciertos títulos que pueden no ser la mejor idea. Por ejemplo, libros demasiado densos: no querrás cargar con un ensayo de 1200 páginas sobre economía si a lo que vas es a relajarte. Historias de desastres o tragedias pueden no ser la mejor de las opciones leer sobre accidentes de avión mientras esperas tu vuelo no es lo más sano que digamos. Un viaje no es el momento para darle otra oportunidad a ese autor que ya te decepcionó tres veces, deja los libros “difíciles de leer” en la estantería hasta que vuelvas a casa.

Llevar un respaldo: ¿buena idea?

Siempre existe la posibilidad de que el libro elegido no sea lo que esperabas. Llevar un segundo título (por ejemplo, una novela y un ensayo corto) o tener una lista de opciones en el Kindle o app de lectura de tu móvil puede salvarte de quedar atrapado con una historia que no te engancha. Pero seamos francos: es difícil no encontrar un puestecito de libros de segunda mano o una librería con una sección de libros en inglés y encontrar algo para leer, aunque sea un mero Dan Brown.

Elegir el libro perfecto para un viaje es un arte. Un buen título puede mejorar tu experiencia, hacerte compañía en los momentos de espera y crear recuerdos inolvidables, así que la próxima vez que estés preparando tu maleta, dedica un momento a pensar cuál será tu compañero literario de aventura. Porque, al final, un viaje bien leído es un viaje mejor vivido.