¿Cómo saber si hay pipi en una piscina?

¿Cómo saber si hay pipi en una piscina?

Mi amiga Elena es química y trabaja en una  empresa que realiza  pruebas de calidad y alérgenos para empresas bastante populares de alimentación aunque misteriosamente también realiza test de materias fecales. Como uno termina atando hilos,  decidí dejar de preguntarle hace tiempo al respecto, pero esta es una historia que dejaré para otra ocasión. En todo caso, es una crack  y una persona de la que fiarse.

-«Baño, en mi casa, sábado. Traed birras y lo que queráis de cenar». Sus WhatsApp, siempre directos al grano. El caso es que tenía preparada su piscina desde hacía ya casi un mes para la temporada y solo la había estrenado con sus sobrinos.

-«¡Elena,esta piscina escuece más que un limón!. ¡Si no quieres pis, tírale el liquidito rojo pero no nos mates con lejía!».

Ella sonrió mirando al infinito…

El «Líquido rojo» (o verde, o como quieras que sea)

Ni más ni menos la National Swimming Pool Foundation (Asociación Nacional de Piscinas) de los USA lo denominó el «Mito más extendido sobre piscinas de todos los tiempos»  y en el país del perrito caliente al menos la mitad de la población está convencida de su existencia. Como nos hemos comido todo lo que viene de allí, desde las hamburguesas hasta las colas, parece que esto también.

Además, la asociación logró datar su origen: fue en 1958 cuando los papás americanos comenzaron a contar a sus hijos que habían vertido en la piscina un líquido que en contacto con la orina creaba una nube roja a su alrededor. -«Ya podéis ir avisando a vuestros amiguitos», decían. Una tecnología que implicara vergüenza sonaba especialmente plausible en la Norteamérica de los 60 y mucho más, si te lo decían tus papás.

Fue entonces cuando los avispados propietarios de una compañía de productos químicos para piscinas capitalizaron la naciente leyenda urbana y comenzaron a imprimir y a regalar carteles advirtiendo que la piscina contaba con un «wee alert», algo así como un «nosotros avisamos». Todo preparado para que la bola de nieve comenzara a rodar internacionalmente y llegar a recogerse incluso en uno de los Torrentes de Santiago Segura.

¿Qué dice la ciencia?

Aislar la orina de otros químicos presentes en el agua, como el amoníaco, es difícil y aunque existen formas para medir la cantidad de orina que hay en una piscina, son lentas y desde luego, no implican una nube de acusación a tu alrededor.

El acelsulfamo de potasio es un edulcolorante artificial que se encuentra en muchos de los alimentos que consumimos y es detectable en el agua. Con el fin de comprobar si se hallaba su presencia en las piscinas (ergo, nos meamos en ellas),  Lindsay Blackstock, de la Universidad de Alberta en Canadá, ideó una prueba para identificar el componente en este medio. Tras tres semanas de estudiar una piscina pública de tamaño grande con unos 830.000 litros, encontró sustancias que señalarían la presencia de 75 litros de orina.

Las muestras en los jacuzzis públicos de diversos gimnasios todavía eran más estremecedoras. Todos y cada uno de los que analizó (más de 25) contenían la sustancia hasta en un 5% de su volumen total de líquido. 

¿Entonces?

Elena salió de su trance -«Soy Licenciada en Ciencias Químicas y con notazas. Mi piscina tiene un Ph perfecto y le pongo la cantidad de cloro ideal».

-«Los ojos rojos son causados principalmente por la cloramina, un subproducto químico que se encuentra en…la orina…mis sobrinos supongo».

Tampoco necesitas bañarte en la piscina de mi amiga y que te lo explique de una forma tan…práctica. Hace poco leía un articulo de Carly Geer, un ex miembro del equipo nacional de natación USA que decía abiertamente que todos, absolutamente todos los nadadores de élite orinan en la piscina.  Si ellos que trabajan ahí dentro lo hacen, creo que va a ser normal que el resto tenga la misma tentación. Solo nos queda asumir que no necesitamos ningún test o líquido rojo que lo confirme.

Vamos, que ahora me vas a decir que nunca lo has hecho, ¿no?