LA ISLA DE SKYE: LA JOYA ESCONDIDA DE ESCOCIA
Una de las razones por las que fui hace poco a Escocia fue para ver con mis propios ojos este lugar, la Isla de Skye. Al noreste de Escocia se encuentra esta gran isla repleta de montañas, bahías y senderos en los que encontrarás toda la belleza de Escocia concentrada en unos pocos kilómetros de carretera.
Si ya has leído nuestro artículo sobre qué visitar en tu roadtrip por Escocia y te has quedado con ganas de más, hazme caso y aventúrate hasta Skye, la isla a la que llaman la Escocia en miniatura. Ponte el cinturón y prepárate para conocer los puntos que no puedes dejar de visitar en la Isla de Skye.
Skye Bridge
Lo primero que merece la pena destacar de Skye es su puente. Éste nos dará una idea de la tierra salvaje en la que nos adentramos, con el mar a ambos lados, mientras cruzamos la bahía que nos separa del resto de Escocia. Un panorama espectacular que ya augura grandes paisajes.
Cabe decir que existe la opción de llegar a la isla con un transbordador para vehículos desde el municipio de Mallaig, pero es necesario reservar online con al menos un par de días de antelación.
Portree
El primer ‘gran’ núcleo urbano que nos encontraremos en dirección norte es el de Portree. Una coqueta villa pesquera con casitas de colores pegadas entre mar y montaña, un parada obligada para los/as amantes del marisco y de los pueblos con encanto.
The Storr
Cuando me topé por primera vez con fotos de este lugar (como la de portada de este artículo), supe que tenía que verlo por mí mismo. Storr es un sistema montañoso algo más al norte de Portree que preside el gran lago Leathan y sus amaneceres. La peculiaridad de Storr son sus caóticas formaciones de roca, y en particular una: The Old Man of Storr, un grandísimo dolmen que, tras milenios de erosión, ha conseguido mantenerse de pie en una posición imposible, para deleite de fotógrafos/as, geólogos/as y amantes de lo sobrenatural.
Tras una pequeña excursión de media hora exploraremos sin prisa este lugar único que, dada la climatología correcta, te pondrá los pelos de punta como lo hizo conmigo. Musgo, niebla y piedras afiladas parecen albergar a todo un poblado de trolls bajo sus piedras, no podrás dejar de vigilar tu retaguardia… Esta maravilla es la principal atracción de Skye, y por tanto la más masificada. Truco de buen nómada: madruga y empieza la ruta con los primeros rayos de sol. Te aseguro que merece el esfuerzo.
The Quiraing
Seguimos nuestra ruta hacia el norte de la isla de Skye para cruzar The Quiraing, otra gran cordillera que separa las dos costas de la península más septentrional. Lo más asombroso de Quiraing son sus vistas, ya que desde la costa en menos de 10 minutos estaremos en lo más alto, un paisaje sobrecogedor que incluye verdes acantilados, la carretera de infarto por la que hemos subido y el mar en días claros.
Hay una ruta de 2 ó 3 horas desde el párking de Quiraing que nos llevará por senderos de vértigo, rocas imposibles y fotos imponentes que cambian a cada paso. Después de este paseo podremos cruzar de costa a costa por entre las colinas de Quiraing o bien volver y admirar todo el litoral de dicha península desde el coche.
Castillo de Dunvegan
Más hacia el oeste de la isla pararemos a visitar el Castillo de Dunvegan, bastión del clan McLeod y habitada durante los últimos 700 años, una de las fortalezas más interesantes y bonitas de Skye. Se alza sobre la bahía como un aviso a navegantes, e impone como si se tratara de una amenaza.
Recuerda que sólo abre de abril a octubre y que su aforo es limitado, por lo tanto si quieres visitar este importante baluarte del siglo XIII, planéalo con tiempo.
Acantilados de Neist Point
La Isla de Skye llega a su punto más occidental en este cabo, el Neist Point. Sus acantilados de más de 200 metros de altura parecen cortados a pulso por un cuchillo gigante, separando al otro lado del mar las Islas Hébridas, visibles en días soleados.
Además de ovejas -como por toda Escocia-, desde los acantilados de toda la isla y en especialmente desde Neist Point, se pueden avistar grupos de ballenas, delfines y orcas. ¡Recuerda llevar tus prismáticos! Para bajar la comida, recomiendo subir al punto más alto de esta pequeña península para tener una mejor perspectiva del impagable lugar en el que nos encontramos, así como acercarnos al faro de Neist Point.
Fairy Pools
Ya de vuelta haremos una parada en las ‘piscinas de las hadas’, un nombre algo pretencioso pero mono, para este combinado de pequeñas cascadas, piscinas naturales y charcas que son las Fairy Pools. Tras conducir un buen rato por la carretera secundaria -de un carril- y haber pagado el algo caro párking del complejo, empezaremos una corta caminata hacia el fondo del valle entre ovejas y midgies, las molestas moscas que habitan Escocia en verano.
Las Fairy Pools se han formado cascada tras cascada en la ladera de la montaña y enamorarán sobretodo a los más pequeños de la casa, pues podrán saltar de piedra en piedra por entre los riachuelos, mojar los pies en el agua gélida de sus pozas o correr por los prados colindantes persiguiendo peludos corderitos. Hasta puedes bañarte en ellas, ¡si te atreves!
¿Habías visitado ya Skye? ¿Nos recomiendas alguna otra atracción que visitar en tu roadtrip?
Nómada incansable, amante de las mochilas de más de 40 litros. Geek de la geopolítica, las relaciones humanas y otros territorios en conflicto. Apasionado cuentacuentos, razón aquí.