¿Qué Gasta Más: Cocinar en Vitrocerámica o en Horno?
Si hay algo de lo que se ha debatido hasta la saciedad estos días de fiestas, comidas navideñas y reuniones familiares, es sobre el consumo energético del horno y la vitro.
Es un tema candente (nunca mejor dicho), teniendo en cuenta que en los últimos meses se ha visto incrementado de sobremanera el precio de los suministros y, como es natural, queremos gastar lo menos posible al cocinar nuestras deliciosas recetas.
Vamos a intentar aportar algo de luz al tema.
Vitrocerámica: ¿El Devorador de Energía?
La vitrocerámica, ese panel liso y reluciente que se calienta rápidamente y nos hace sentir como chefs profesionales. Pero ¿a qué precio?
La realidad es que estos elegantes electrodomésticos son conocidos por su eficiencia en términos de tiempo, pero también por ser sospechosos de dejar nuestras facturas de electricidad en alza.
Por comparar, el horno se calienta mucho mas lentamente en comparación con la vitro, y muchos sostienen que, en realidad, esta lentitud es la que provoca que esté usando mucha más energía en el proceso si lo comparamos con la velocidad de la vitrocerámica.
Desglose de Consumo
Para obtener respuestas, tenemos que echar un vistazo al desglose de consumo.
La vitrocerámica gasta energía principalmente cuando está encendida y en pleno funcionamiento. Por otro lado, el horno consume durante el tiempo que está encendido y calentando, pero también durante el tiempo de cocción real. Aquí entra la clave: mientras que la vitrocerámica calienta instantáneamente y cocina rápido, el horno trabaja más lentamente, pero por un período prolongado.
La eficiencia energética no es un juego de suma cero. El tipo de plato que estás preparando, la duración de la cocción y la frecuencia de uso son factores clave. Si eres el tipo de cocinillas al que le gustan las cenas rápidas y eficientes, la vitrocerámica podría ser tu compañera de cocina ideal. Pero, si te embarcas en sesiones de horneado épicas o asas grandes banquetes con frecuencia, el horno podría tener un impacto significativo en tu factura de electricidad.
Estrategias para Reducir el Consumo
Independientemente de tu elección, existen estrategias para minimizar el impacto en tu bolsillo. Utilizar tapaderas en las ollas en la vitrocerámica, seleccionar el tamaño adecuado de quemador y aprovechar el calor residual son tácticas inteligentes. Por otro lado, en el horno, agrupa tus platos para aprovechar al máximo cada uso y precalienta solo cuando sea necesario.
En el desafío del consumo energético, no hay un ganador claro. Ambos contendientes tienen sus fortalezas y debilidades, y la elección dependerá de tus hábitos culinarios y necesidades específicas. En última instancia, la clave está en ser consciente de cómo usas tus electrodomésticos y en aplicar estrategias inteligentes para reducir el consumo.
Pero cada uno tenemos una forma de cocinar diferente y, por ello, no hay una opción mejor que otra, simplemente debes tener en cuenta tu forma de cocinar en el día a día y elegir la que mejor se adapte a tus necesidades, quizás podrías también explorar la posibilidad de hacerte con una freidora de aire, que puede ser una muy buena solución.
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