6 RINCONES DE EDIMBURGO QUE MERECE LA PENA VISITAR

6 RINCONES DE EDIMBURGO QUE MERECE LA PENA VISITAR

Esta vez volamos hasta Escocia para deslumbrarnos con la magia de su capital, Edimburgo. Ésta no es solo una de las ciudades más conocidas de Europa y el Reino Unido por su encanto, sino también por la facilidad con la que podemos llegar al centro en menos de media hora desde su aeropuerto.

Descubrir Edimburgo es como andar por un decorado de cine de películas sobre siglos olvidados, pues parece que en cada esquina vayamos a toparnos con una nueva misión con armadura y espada en mano. Para que no te pierdas nada de esta cautivadora ciudad, acompáñame a conocer los lugares más fascinantes de Edimburgo.

Castillo de Edimburgo

Lo primero que nos llama la atención al entrar en la ciudad es su majestuosa fortaleza en lo más alto de la colina de Castle Rock, es el Castillo de Edimburgo, que no sin esfuerzo ha conseguido mantener a raya a cientos de invasores durante más de mil años. Con sus once siglos de historia y 26 sitios es considerada una de las ciudadelas más atacadas del mundo.

En su interior, que podremos visitar reservando la entrada con algo de antelación, encontraremos los museos dedicados a la historia bélica escocesa, así como la St Margaret’s Chapel, el edificio más antiguo de Escocia.

Princess Street Gardens

A los pies del promontorio que acoge al casco antiguo y el Castillo de Edimburgo, se nos presenta un gran parque urbano lleno de árboles de todos los tipos, por no mencionar las excelentes vistas de dicha ciudadela. 

En este parque habrá que hacer algunas paradas. La primera, si venimos de la estación de trenes, será la preciosa casita de madera de arquitectura típica, Great Aunt Lizzie’s o ‘La choza de la jardinera’, una casita sacada de algún cuento de los hermanos Grimm fotogénica a más no poder. 

Al otro extremo de esta arboleda encontramos la fuente más fotografiada de Edimburgo, la Ross Fountain, del siglo XIX y de color azulado que contrasta con la piedra negra de Castle Rock. Muy cerca de allí, la estatua en honor a Wojtek el oso soldado. Como lo oyes, una historia real del adorable oso que ayudó al ejército británico en la batalla de Montecasino.

The Royal Mile 

La ‘Milla Real’ es en realidad la larguísima calle principal que conecta, sin detenerse y cuesta arriba, el Palacio de Holyroodhouse con el castillo. Cruza todo el casco antiguo de la ciudad, hasta lo más alto de la colina, un paseo que se quedará grabado en vuestra memoria cuando habléis de Edimburgo. 

Edificios góticos por doquier, el monumento al filósofo David Hume, y la Catedral de Edimburgo, presbiteriana sede donde predicaba John Knox. Nota: ¡busca el ángel que toca la gaita, en la Thistle Chapel! Esta calle es en sí inolvidable y merece que le dediquemos una buena tarde, porque además, verás cómo te entretienes en las tiendas de souvenirs, de jerséis de lana o quizás para comprar una kilt, la ‘falda’ típica escocesa.

Scott Monument

Este monumento se encuentra en el mismo centro de Edimburgo, y nos recibe como un gran monolito al viajador/a que llega. Se trata de una torre de 61 metros de altura y estilo gótico victoriano, característica por sus amenazantes agujas y su color negruzco, producido por la mala calidad del aire de Edimburgo en siglos pasados. 

Está dedicado a Sir Walter Scott, escritor británico del romanticismo, y dispone de tres pisos que pueden visitarse. De hecho, si subimos a pie los 281 peldaños que nos separan de su mirador más alto, recibiremos un certificado por la hazaña. 

Calton Hill

El lugar al que ir para ver la puesta de sol sobre Edimburgo es, sin duda alguna, Calton Hill, una colina a los pies de la parte más baja de la ciudad, a la que famílias, runners y nómadas como nosotros, vienen a pasar la tarde con un helado en mano. 

Si ya has buscado algo de información sobre qué ver en Edimburgo, seguro que la foto de portada te suena: está tomada desde lo alto de Calton Hill. La construcción en primer plano es el monumento conmemorativo a Dugald Stewart, matemático y filósofo escocés. Detrás de nosotros encontraremos el observatorio de Edimburgo, así como las columnas neoclásicas, amago de Partenón, que se llama Playfair Monument.

El Cementerio de Greyfriar

La percepción que tenemos de los cementerios y la muerte en general cambia de país en país. En el Reino Unido los cementerios, además de lugares sagrados, son también aptos para un agradable paseo por su naturaleza, un pequeño retiro de paz. El de Greyfriar, el más céntrico, es un muy buen ejemplo de la relación de los escoceses con estos cementerios/parques en realidad llenos de vida.

Al salir del cementerio por la calle Cowgate, tendrás la suerte de toparte con unas de los panoramas más bellos de Edimburgo: el principio de la calle Victoria, sus casitas perfectamente alineadas y, presidiendo el marco, la muralla y el castillo. Es una buena idea subir por la mencionada calle para volver al casco antiguo y, por qué no, tomarnos un buena cerveza escocesa.

¿Ya habías estado en Edimburgo? En tal caso, ¿te apetece recomendarnos alguna otra atracción que merezca la pena visitar?