Por fin ha llegado el verano, época que muchos esperamos con gran ansia para disfrutar de la playa, la piscina, las terrazas y, en general, del aire libre y del buen tiempo.

Aunque para algunos el calor representa todo lo contrario, la verdad es que la gran mayoría disfruta del verano y todo lo que ello aporta. En mi caso, la verdad es que hasta hace unos años he de reconocer que no me gustaba el verano, lo pasaba mal con el calor, pero a medida que han ido pasando los años, he aprendido a disfrutarlo cada vez más.

Y aunque siempre estamos pensando en la piscina o la playa, hay alternativas muy viables para refrescarte en verano que no tienen por qué pasar necesariamente por remojarte, como, por ejemplo, visitar algún bosque que nos de sombra y tranquilidad.

Por esto, y para aportar algo diferente a los típicos planes de verano, te traigo algunas propuestas de bosques por Madrid donde refrescarte este verano.

1 – Bosque de la Herrería

Ubicado junto al Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, alberga principalmente robles y fresnos, aunque también podemos encontrar arces, enebros, cerezos, sauces y castaños.

Dispone de 497 hectáreas de terreno en los que perderte y refrescarte en verano gracias a la sombra que proporcionan sus árboles. Dispondrás de unas vistas privilegiadas del Monasterio de El Escorial y se dice que desde la Silla de Felipe II (conjunto de plataformas esculpidas en la parte alta) el rey supervisaba la construcción del complejo religioso.

El bosque fue declarado Paisaje Pintoresco en 1961 y forma parte de Red Natura 2000.

2 – El robledal de la Hiruela

Formando parte de la Sierra del Rincón (declarada reserva de la biosfera en 2005 por la Unesco) se encuentra el robledal de la Hiruela, uno de los bosques más bonitos para visitar en la zona.

Es famoso por sus carboneras, que son construcciones con una apertura en la parte superior que permitían a los habitantes de la Hiruela producir carbón vegetal utilizando principalmente brezo y roble, lo que fue su sustento durante mucho tiempo.

3 – El abedular de Canencia

Tanto el bosque como el municipio que le da su nombre están ubicados al norte de Madrid, en la cara sur de la sierra de Guadarrama.

Cuenta con una antigua iglesia (Santa María del Castillo) y puentes medievales espectaculares, por lo que no te vas a aburrir mientras disfrutas del aire fresco. Está principalmente compuesto por árboles de tronco blanquecino, que, por desgracia se están perdiendo en la región.

También podrás disfrutar de una pequeña cascada del arroyo del Sestil de Maíllo.

4 – El hayedo de Montejo

Este bosque, es tan especial y maravilloso que requiere reservar entrada para poder visitarlo, además de contar con un número restringido de visitantes al día para preservarlo.

Se encuentra ubicado a las faldas de la Sierra de Ayllón, y tiene 250 hectáreas repletas de impresionantes hayas, que lo convierten en uno de los bosques más bonitos de la región.

Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2017, su humedad, el microclima de la zona y su orientación favorecen que el bosque crezca frondoso, lo cual es perfecto para buscar cobijo al calor del verano.

5 – El bosque finlandés en Rascafría

Si te gustan los bosques que parecen sacados directamente de un cuento de hadas, este sitio te encantará.

Su nombre se lo ha ganado a pulso dado guarda un gran parecido con los bosques de las regiones escandinavas. Uno de los puntos más interesantes para visitar es el puente del Perdón, ya que aquí se juzgaba a los presos y los que lograban el perdón, podían atravesarlo.

Este puente cruza el río Lozoya, y acaba dando a un embarcadero abandonado, que le da un punto de misterio al lugar.