Estas son las razones por las que dan de comer en los vuelos

Estas son las razones por las que dan de comer en los vuelos

Los vuelos de varias horas me producen cierto grado de estrés. El hecho de permanecer tanto tiempo sentado en un avión, sumado la ansiedad que me producen las turbulencias, hacen que el trayecto no sea del todo agradable. He llegado a ver situaciones algo más difíciles de manejar como ataques de pánico en pleno vuelo o pasajeros pasados de copas. Curiosamente, hace poco descubrí cómo las aerolíneas están lidiando con este problema: con la comida.

Bocadillos para subir los ánimos

Los pasajeros nerviosos o irritables pueden pasar un mal momento cuando solo disponen de comidas a bordo poco apetitosas para degustar en medio de un largo vuelo. Sin embargo, para evitar estas situaciones, algunas aerolíneas han comenzado a repartir cajas de bocadillos especiales para mantener un buen ánimo y reducir los síntomas del estrés.

Una de las pioneras en este tipo de iniciativas fue la hoy extinta Monarch Airlines, que sumaba al menú regular alimentos como helados, pasteles de arroz, galletas de algas, barras caramelizadas, té verde y otras hierbas para ayudar a la relajación. Cada alimento era elegido por un especialista de Oxford y era suministrado en diferentes momentos del vuelo, logrando muy buenos resultados en su momento.

Comer en los vuelos

Comida y siesta

Curiosamente, en los vuelos se repite una situación que probablemente te resulte familiar: una sensación de sueño y cansancio luego de comer, que nos lleva a tomar una siesta durante la tarde. ¿Sabías que esto no depende de qué tanto hayas comido, sino del tipo de alimento que ingeriste? Bueno, las aerolíneas sí que lo saben y lo toman en consideración al momento de preparar el menú.

Varias compañías se están asegurando de que la comida a bordo sea alta en carbohidratos, pero baja en fibra, un equilibrio que resulta favorable a la digestión. No es que vayas a caer dormido necesariamente, pero en la mayoría de casos produce una cierta relajación o somnolencia que te ayudará a controlar la ansiedad.

Cuando se trata de vuelos internacionales, las compañías aéreas escogen ingredientes livianos, cocinados y fáciles de digerir. Estos platillos también llevan algunos aditivos para que puedas percibir un mejor sabor, pues la comida a gran altura suele alterar el sentido del gusto y el olfato (de ahí la mala fama que tiene la comida de los aviones).

A estos cuidados se suma el reparto de snacks a cada tanto, muy útiles si es que sufres de intestino irritable o acidez. Otro factor a considerar es la hidratación constante, que te permitirá soportar los cambios de presión que se producen durante los vuelos largos.

Controlando el ciclo biológico

El efecto de relajación que tiene la comida a bordo puede ser incluso mayor si es que coincide con tu reloj biológico. Como te explicamos en «¿Por qué dormimos menos a medida que envejecemos?», todos pasamos por ciclos circadianos que regulan nuestras horas de sueño según el grado de luz o la oscuridad que percibimos. Por lo general atravesamos dos momentos de somnolencia al día: al momento de ir a dormir y unas ocho horas después de haber despertado.

Esa siesta post almuerzo que tal vez te tomas a escondidas en el trabajo puede ser mucho más cómoda a bordo de un avión, ya que puede ayudarte a controlar las tensiones propias de estos viajes y disfrutar mucho más del trayecto.