Hola de nuevo nómada, ¿estás pensando en emprender una nueva aventura?

Si la respuesta es afirmativa hoy te propongo un viaje al nexo entre el Occidente y el Oriente, la ciudad de Estambul. No hace falta decir que se trata de una ciudad con muchas cosas que ofrecer a sus visitantes y que es prácticamente imposible verlo todo en un período reducido de tiempo, pero voy a intentar enseñarte qué no debes perderte si vas 3 días a Estambul.

Por suerte, uno de mis mejores amigos tuvo durante mucho tiempo una novia turca, y, aunque yo no he viajado personalmente hasta allí (de momento), me contó muchas cosas y lugares interesantes para ver en la ciudad, así que espero que la información que me brindó sea de tu agrado.

El Gran Bazar

No hay duda de que es uno de los lugares importantes que debemos visitar sí o sí en nuestro viaje por Estambul.

En pleno centro del casco histórico se encuentra este laberinto de callejuelas cubiertas en las que los puestecitos y tiendas se concentran y donde es posible comerciar con casi cualquier cosa.

Si quieres comprar algo, te recomendamos que tengas en mente que los precios suelen regatearse entre un 30% y un 70%, por lo que no aceptes el primer precio que te van a ofrecer y, cuidado con las imitaciones.

Aunque la mejor forma de disfrutar el Gran Bazar es no comprar nada, sentarte tranquilamente a tomar algo y admirar la habilidad de los vendedores y el colorido que inunda sus calles.

Santa Sofía

Como máximo exponente del arte bizantino, es innegable que Santa Sofía es una parada obligatoria en nuestra visita a la ciudad.

El edificio ha servido a diferentes propósitos a lo largo del tiempo, inicialmente fue una pequeña iglesia hasta que en 523 el emperador Justiniano I empezó a proyectar el gran monumento que podemos ver hoy en día.

Ha servido también como mezquita para el imperio turco y desde 1935 es también un museo. Su majestuosidad y belleza transmiten unas sensaciones indescriptibles a sus visitantes, así que intenta abstraerte un poco de toda la gente que encontrarás y viajarás en el tiempo en tu visita.

Navegar por el Bósforo

Pese a que mucho lo consideran algo muy típico y de turista, la verdad es que te recomiendo encarecidamente que hagas una pequeña excursión en barco por el Bósforo al atardecer.

Recorrerás las aguas que separan Europa y Asia, además, te permitirá ver con perspectiva otros barrios más alejados del centro y admirar la majestuosidad y el bonito perfil de Estambul con sus mezquitas con su atardecer anaranjado.

La cisterna Basílica

En gran parte del subsuelo de la ciudad, hay un entramado de cisternas romanas que antaño se utilizaban para almacenar agua previendo cataclismos o guerras que destruyeran todo el sistema de acuíferos.

La más conocida de éstas es la cisterna Basílica, que durante los años 80 se acondicionó para su visita construyendo pasarelas a ras de agua. Como curiosidad, en dos de sus columnas hay talladas la cara de la mítica medusa (el ser mitológico) y ha sido escenario de películas como James Bond o Inferno.

Palacio de Topkapi

En Estambul existen multitud de palacios, pero sin lugar a dudas el más famoso de ellos es el palacio de Topkapi.

En su momento, el palacio fue el centro del imperio otomano, ubicada en un enclave excepcional entre el Mármara y el Cuerno de Oro con el Bósforo a sus pies. Considero que es una de las visitas imprescindibles en la ciudad, resaltando las salas del tesoro, las cocinas (con porcelanas que no pueden verse en ningún otro lugar) y sus distintos patios.