Las 5 costumbres más curiosas de los preparacionistas

Las 5 costumbres más curiosas de los preparacionistas

Confieso que la pandemia del covid-19 me hizo pensar en algún momento que la supervivencia de la humanidad se encuentra en peligro. Pues bien, hay personas que se han tomado muy en serio la posibilidad de que ocurra una gran catástrofe, incluso el fin del mundo, así que mantienen la guardia alta y están listos para hacerle frente. La mayoría vive en Estados Unidos y se les conoce como preparacionistas (preppers).

No tengo muy claro si sus preocupaciones son genuinas o han visto demasiadas películas de ciencia ficción, pero el preparacionismo no se toma a broma asuntos como el cambio climático, los desastres naturales, la guerra o las pandemias, y tienen poca o nula confianza en la capacidad de los gobiernos para actuar frente a la crisis.

Este movimiento social nació hace varias décadas con motivo de la Guerra Fría, pero se mantiene al margen de cualquier afiliación política. La BBC estima que solo en Estados Unidos hay 10 millones de preppers y 10 millones más en el resto del mundo. Aquí te presento algunas de sus costumbres más llamativas:

1. Provisiones de todo tipo

Los preparacionistas no solo juntan alimentos enlatados, herramientas y medicinas para estar preparados ante un posible desastre. También coleccionan armas de fuego, municiones, semillas, fertilizantes y hasta monedas de oro, ya que esperan que en cualquier momento se produzca un colapso financiero de escala global.

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2. Una buena alimentación

Si se trata de combatir enfermedades virales, los preparacionistas aseguran que la mejor defensa consiste en llevar una alimentación equilibrada y realizar actividad física para evitar la obesidad. Según afirman, la falta de nutrientes debilita el sistema inmunológico, por lo que siguen una estricta dieta a base de vitaminas y minerales. Además, evitan comer fuera de casa.

3. Bunkers subterráneos

Aunque no todos pueden darse ese lujo, los preppers más acaudalados están listos para atrincherarse en caso de que llegue un hipotético cataclismo. Para ello, invierten grandes cantidades de dinero en la construcción de bunkers subterráneos con todo lo necesario para permanecer días, meses y hasta años en su interior. Pero su planificación va más allá, pues también trazan mapas de los lugares de interés y crean protocolos de comunicación.

4. No al acaparamiento

Uno podría suponer que, al menor indicio de crisis, los preparacionistas corren a desabastecer los supermercados. En realidad, ellos son enemigos de esta práctica y prefieren hacerse de suministros poco a poco. ¿Recuerdas cuando se agotó el alcohol, el gel desinfectante y el papel higiénico al inicio de la pandemia? Seguramente ellos ya estaban bien abastecidos desde mucho antes.

5. Adaptación a la naturaleza

Parte de su preparación incluye saber actuar ante la ausencia de tecnología. Los más curtidos entrenan para aprender a sobrevivir en medio de la naturaleza encendiendo fogatas, pescando y cazando animales. También se especializan en el uso de dispositivos que no requieran de energía eléctrica, como linternas, radios y brújulas. ¡Como unos auténticos nómadas!

Las profecías sobre el fin del mundo son antiquísimas y aparecen cada cierto tiempo -como las predicciones de Nostradamus o al Calendario Maya-. No es que los preppers crean ciegamente en ellas. De hecho, sus preocupaciones son mucho más racionales que apocalípticas. No estaría de más conocer un poco más sobre ellos y entender su forma de ver el mundo.