Es por esto que la publicidad te influye más de lo que crees

Es por esto que la publicidad te influye más de lo que crees

Seguro que más de una vez has sentido la necesidad de comprar algo por el simple detalle de la marca, aunque nos digas que no, te podemos asegurar que sí. Y no es culpa tuya, no al menos de forma directa. El subconsciente es el que ha tomado la decisión por ti, el que te tienta a comprarlo para satisfacer una falsa sensación de plenitud. La publicidad te influye más de lo que crees y hoy vas a descubrir los motivos.

Estamos en curiosidades, en una sección donde hemos dado respuesta incluso a la razón por la que piensas que cualquier tiempo pasado fue mejor, ¿Qué esperas? La publicidad es un demonio con piel de cordero que, utilizándola de forma eficaz es capaz de condicionar el comportamiento de grandes masas de personas. No somos la excepción, pero no está de más averiguar cómo lo consigue.

El arte de la publicidad para vender más, te manipulan

El sistema límbico es el que procesa las emociones, el que trabaja a una velocidad mucho mayor de la que imaginas y por el que se cuelan los mensajes publicitarios que las grandes compañías te lanzan a través de cada medio. Y no es que hablemos precisamente de una cantidad pequeña de spots publicitarios.

Hay quienes piensan que son mucho más duros que los anuncios, que no se dejan manipular y que apenas recuerdan el último anuncio que han visto, pero no pasa nada, han sido igual de captados que el resto.

El profesor de la Universidad de Bath, Robert George Heath, ha elaborado un estudio -uno de los miles que actualmente existen-, en el que se demuestra cómo el subconsciente recoge toda esa información comercial y ésta es procesada y asumida por nuestras emociones donde, sin saber por qué, al día siguiente nos vemos comiendo un helado que curiosamente ayer vimos anunciado en televisión.

Racionalidad vs emociones, ¿Quién gana?

No estamos a salvo ni de lejos, no tenemos el control y, por mucho que queramos evadirnos y no prestar atención, nuestro cerebro tendrá la información y relación emocional necesaria para asociar un producto a una necesidad. Coca-Cola, la bebida más popular del planeta, fue una de las pioneras en desarrollar esta técnica de marketing tan demoledora. En 1950 lanzó su primer spot en el que relacionaba su bebida con hacer una pausa.

Y así es como la Coca-Cola pasó a ser la bebida del descanso, el ratito de disfrute que todos asociaban con una botella bien fría de este producto. Ya no bebes Coca-Cola, ahora recurres a la marca cuando quieres desconectar. ¿Ves la relación? El marketing sabe cómo actuar sin recurrir a lo racional, sino atacando directamente a lo emocional.

Cómo influye publicidad en conducta.
¿Qué emociones te despierta esta marca?

No se venden productos, se venden emociones

Ya lo has visto, ya sabes que una bebida es desconexión, ¿Por qué un BMW no iba a ser fiabilidad y poder?, ¿O por qué un iPhone no iba a representar innovación y status social? Todo lo que consumimos lo hacemos a través de los sentidos y, en el caso de que todavía creamos que no formamos parte de esta manipulación global, no te preocupes. Está en cualquier ámbito.

No necesitas un Mercedes para ser mejor persona, pero sí sabes que quién lo lleva es porque presumiblemente goza de una buena salud económica. Comer en el mundo vegano o ser ecologista y comprar solo productos de una determinada marca, es exactamente lo mismo. No te juzgues a ti, la culpa es de tu subconsciente.

Estamos en la sección de curiosidades, no te ofendas, pero delante de ti han pasado ya varios spots publicitarios y quizá ni te hayas dado cuenta, pero que no te quepa duda de que tu sistema límbico ya se ha encargado de almacenar el mensaje. Puede que mañana necesites viajar y automáticamente busques el destino que hoy viste aquí promocionado.