La artrosis es una de las enfermedades articulares más frecuentes, se sabe que afecta a cerca de siete millones de españoles, y muchos más a nivel mundial.

Consiste en un desgaste del cartílago ubicado en las articulaciones, que puede ser progresivo o no y puede afectar a cualquier articulación del cuerpo.

Al contrario de lo que suele pensarse, la artrosis no es una enfermedad exclusiva de la vejez, ya que cualquier persona de cualquier edad puede padecerla. Más común en la mujer que los hombres y en personas genéticamente predispuestas, suele manifestarse en épocas de frío, empeorando sus síntomas.

Hoy te voy a contar algunos trucos para paliar un poco los efectos de la artrosis, para que puedas llevar una vida un poco más feliz y cómoda.

1 – Mantener un peso corporal adecuado

La obesidad es uno de los factores principales que pueden provocar la aparición de la artritis y, además, provoca que progrese de forma más rápida.

Es importante mantener, dentro de la medida de lo posible, un peso adecuado a nuestra constitución y necesidades, siempre supervisado por un profesional para controlar que la dieta y la nutrición sea la adecuada.

2 – Usar calor y frío

Por norma general, el calor es mucho más beneficioso que el frío para la artrosis.

Puede aplicarse en casa con una esterilla eléctrica o con una bolsa de agua caliente puestas sobre la articulación afectada por el dolor. El calor alivia el dolor y relaja la musculatura, por lo que el dolor disminuye.

En los casos que la articulación tenga un brote inflamatorio, en ocasiones es útil aplicar frío mediante bolsas de hielo, aunque éste debe hacerse con precaución.

3 – Ejercicio

Relacionado con el punto del peso, el ejercicio favorece la protección de la articulación y aumenta la fuerza de la musculatura circundante. La reducción del ejercicio físico provoca que la persona afectada por la artrosis se vuelva dependiente de los demás.

Caminar, ir en bicicleta, natación son grandes aliados para las personas que padecen artrosis. Hay que evitar en la medida de lo posible los deportes de contacto y de alta carga física para evitar lesiones.

4 – Calzado adecuado

Sobre todo, en los casos de artrosis lumbar, de caderas o rodillas, se debe usar un calzado de suela bastante gruesa y que absorba en gran medida la fuerza generada durante la pisada al caminar.

Esto puede lograrse mediante plantillas de silicona que se colocan en el interior del zapato, pero es importante acudir a un profesional para que nos recomiende o confeccione unas plantillas a medida que se adapten perfectamente a la forma de nuestro pie.

5 – Reposo

Es importante, pese que ya he indicado que debe mantenerse una actividad física activa, guardar reposo en los períodos intermitentes de dolor, sobre todo en las fases donde el dolor es más agudo, ya que puede resultar beneficioso para sobrellevarlos mejor.

Del mismo modo, es interesante guardar descanso entre períodos de entrenamiento para que el cuerpo y las articulaciones se recuperen.