Los 8 aeropuertos más locos de Europa
Nómada amigo de las aventuras y las emociones fuertes, ¿te gustan las montañas rusas? Viaja a uno de estos ocho destinos y la adrenalina vendrá incluida con el billete de avión. A continuación, los ocho aeropuertos más espectaculares donde puedes aterrizar en Europa.
1. Aeropuerto de Innsbruck, Austria
Este aeropuerto es simplemente espectacular, con vistas impresionantes de los Alpes a tu alrededor mientras aterrizas. Es como si estuvieras en una película de James Bond, ¡sólo falta el tema musical! Para aquellos nómadas que quieren saltar directamente del avión a los esquís. Es un espectáculo impresionante que definitivamente dejará una huella duradera en tu memoria.
2. Aeropuerto de Gibraltar, Reino Unido
El aeropuerto donde despegar y aterrizar es una aventura emocionante, o un deporte de riesgo, pues la pista está parcialmente construida sobre el mar. Este humilde aeropuerto es famoso por su pista de aterrizaje que atraviesa la carretera principal del territorio de Gibraltar, ¡sí, lo has leído bien! El paso se cierra al tráfico cada vez que un avión se prepara para aterrizar o despegar, pero no te preocupes, no pasa muchas veces al día. Si buscas un aterrizaje emocionante en uno de los aeropuertos más inusuales del mundo.
3. Aeropuerto de Skiathos, Grecia
¿Quieres aterrizar en un paraíso griego? El aeropuerto de Skiathos (foto de portada) es tu destino. Conocido por su pista de aterrizaje corta y rodeada de agua, aterrizar aquí es como una emocionante carrera de obstáculos para los pilotos. Pero no temas, los pilotos están entrenados para esta hazaña. Además, las vistas de la isla de Skiathos desde el avión son impresionantes, con playas de arena blanca y aguas cristalinas del archipiélago griego. Lo más impresionante, sin embargo, es estar en la playa cuando los aviones aterrizan.
4. Aeropuerto de Funchal, Madeira, Portugal
Bienvenido al aeropuerto de Funchal, aterrizar aquí es como aterrizar en un portaaviones. La pista de aterrizaje es en realidad una extensión del mar, ¡conocida como “la pista de aterrizaje que flota». Además, las vistas de la isla de Madeira desde la ventanilla son impresionantes, con colinas verdes y acantilados que se sumergen en el océano. Si quieres experimentar un aterrizaje emocionante y tener unas vistas privilegiadas de la madre tierra, vuela a Madeira.
5. Aeropuerto de Dubrovnik, Croacia
Aterrizar aquí es como entrar en una pintura renacentista desde las nubes. Con vistas impresionantes del Mar Adriático y las murallas medievales de la ciudad, este aeropuerto es simplemente espectacular. La pista de aterrizaje está ubicada justo al lado del mar, lo que significa que aterrizar aquí es una experiencia trepidante. Además, si tienes suerte, puedes disfrutar de una puesta de sol impresionante mientras llegas a tierra firme. Si quieres sentirte como uno de los personaje de Juego de Tronos sobre el dragón, reserva un vuelo al aeropuerto de Dubrovnik.
6. Aeropuerto de Keflavik, Islandia
Este aeropuerto en Islandia es conocido por su paisaje lunar, con campos de lava y montañas escarpadas que rodean la pista de aterrizaje, por no mencionar la nieve en la pista gran parte del año. Además, los cielos aquí son perfectos para avistar la aurora boreal, si tienes la suerte de ver las luces del norte durante tu aterrizaje, ¡será una experiencia mágica e inolvidable! Mejor no mencionar los vientos huracanados ni las erupciones volcánicas que periódicamente dificultan la actividad en este pequeño aeropuerto.
7. Aeropuerto de Courchevel, Francia
Si alguno de tus amigos gamers juega al Flight Simulator, pídele volar al pequeño aeropuerto de Courchevel. En mitad de los Alpes franceses, la pista de este diminuto aeropuerto se caracteriza por tener una inclinación de espanto, como si de una pista de esquí se tratara. Para pilotos experimentados y naves no muy grandes, esto es genial tanto para aterrizar como para despegar. Eso sí, cuidado al bajar del avión.
8. Aeropuerto de Ponta Delgada, Azores, Portugal
No te mentiré, nunca he pasado tanto miedo aterrizando como en Azores. Las islas aparecen de golpe entre las nubes, todo verde y azul, y antes de que te des cuenta estás perdiendo altura a gran velocidad. El avión desciende y tú solo ves montañas y casitas, y las casitas cada vez están más cerca y son más grandes, hasta que en un momento están a la misma altura que el avión. Créeme, en ese momento piensas que el piloto ha perdido el control, pero de la nada aparece la pista donde empieza el acantilado, y todos a salvo. Merece la pena para visitar la isla de Sao Miguel.
¿A cuál viajarás primero?
Nómada incansable, amante de las mochilas de más de 40 litros. Geek de la geopolítica, las relaciones humanas y otros territorios en conflicto. Apasionado cuentacuentos, razón aquí.